Es la pregunta correcta. Otros interrogantes no son esenciales en el servicio médico. No es importante, interrogar sobre: ¿Qué médico quieren? En la respuesta a esta última pregunta está implicada la duda sobre la necesidad del profesional de la medicina. El requerimiento de él comprende no solamente la persona, vital en medicina humana,  sino su labor como profesional formado para llevar los aportes de su ciencia, técnica y arte hasta el paciente para que éste recupere o mantenga su salud en el campo de la ciencia médica.
Otros componentes que permiten al ciudadano tener salud, dependen de otras consideraciones y acciones. Ellas complementan la muy amplia responsabilidad y actividad de la medicina. Un examen clínico, un estudio de laboratorio, una investigación mediante una imagen, una fórmula de medicamentos, un acto operatorio, la implantación de una prótesis o un objeto o aparato para inmovilizar, las indicaciones sobre sus factores de riesgo y manera de controlarlos, son apenas fragmentos de una medicina integral que necesitan los seres humanos y que debe ser proveída por el médico.
Partiendo del comienzo de los ancestros en el planeta y luego el suceso de la conversión en Homo sapiens sapiens, lo cual ha demorado siglos, los humanos batallan entre la vida y la muerte.
Las personas con todo su intelecto, las improntas filosóficas y religiosas, interpretan la vida y la muerte de diferente manera. En el contexto occidental ubican la vida y a aquello que la protege por encima de cualquier consideración.
Para preservar y mantener la vida, a veces inútilmente y con mayúsculos sufrimientos para el paciente y la familia, existen la tecnología y el médico. Él, debe actuar con dignidad, conservando ante todo el ejercicio ético de la medicina, no siempre comprendido en toda su extensión por la sociedad, los pacientes, las familias, y el mismo médico, que a veces no lo practica.
El médico, hombre o mujer, uno sólo e indivisible, tiene la obligación de enfrentar las penas físicas, psíquicas y espirituales de sus pacientes, si ha comprendido bien sus compromisos ante la sociedad refrendado por su juramento, el cual debe merecer consideraciones especiales porque ya no es el omnímodo de antes pero tampoco son los remedos que se quieren imponer para sí mismos o por otros.
Los investigadores de la medicina prehistórica informan que desde antes de la aparición del ser humano ya habían enfermedades e inclusive los antropólogos y paleopatólogos han descubierto lesiones infecciosas en las partes óseas de los esqueletos. Ello quiere decir que desde siempre ha sido necesario, aunque no empleado, el médico o quien hubiera hecho sus veces. Para definir que lo necesitara y que además lo tuviera, son imprescindibles otros análisis. Otra encrucijada, es definir como lo quería, lo cual es de imposible resolución.
El médico es necesario, lo será por siglos y milenios. Cuando la especie se modifique es porque ha ido cambiando, lo mismo que el médico, su estructura, su comportamiento y sus intereses. La sociedad de la época impondrá el médico que necesite.
Ahora, la sociedad colombiana debe exigir el médico que necesita y este mandato imperativo debe reflejarse en las personas que opten por los estudios médicos y los finalicen para el servicio de los demás.
Hasta mediados del siglo XIX, la medicina era practicada por diversos personajes entre ellos los médicos y los cirujanos. Así, separados porque provenían de diferentes concepciones. Después, todo se integró en lo que se conoce como médico general, hoy lamentablemente subvalorado, y su ejercicio dependía de su personalidad, sus estudios, su experiencia con sus preferencias y la necesidad comunitaria de sus atenciones.
Hoy, las cosas han variado, y la sociedad debe conocer plenamente la diferencia, si la hay o no, entre lo que necesita y lo que las universidades ofrecen a través de sus egresados en medicina. La universidad debe ser abierta y sincera con la comunidad.
Nota: La obligación de un Hospital Universitario es de la universidad y la exigencia es de la sociedad.