Quedó de llamarme mañana y ya no sé ni qué decirle a ese señor. Pero es que todo me parece tan sospechoso…

No vayan a creer que yo me fui sola en el carro a dar la vuelta con el tipo: llamé a mi papá para que me acompañara, y él, que es más desconfiado que yo, acudió a mi llamado de ayuda de inmediato. El señor llegó con una mujer, y cuando salió manejando mi carro, con la señora al lado, y mi papá y yo atrás, cogí la mano de mi padre con fuerza y en el instante en que él apretó la mía, somos tan de buenas que le entra una llamada al celular. Alcancé a oír una voz de mujer a quien saludó: ¡Buenos días mi general! y yo ni me reí del susto que tenía. Es que vender un carro por Internet es un papayazo muy grande, y mi papá me lo advirtió mil veces. Y ahora al pobre le toca correr el riesgo conmigo y eso es precisamente lo que él quería evitar.

Antes de ir a dar la vuelta con este señor, mi papá me contó cómo les habían robado a unos tíos a los que les dieron la mitad del valor del carro, la pareja se fue en el pichirilo y dijo que volvía al día siguiente a entregarles la otra mitad para hacer el traspaso, y no volvieron. Tumbadores profesionales que no les interesa tener una tarjeta de propiedad porque la falsifican, como dijo, y me contó otros veinte cuentos que sabía y que le habían contado por Internet. El otro agravante es que vivo en Bogotá y aunque cosas así suceden en todas partes del mundo, aquí las probabilidades aumentan en un 99%.

El supuesto comprador nos llevó a un taller que quedaba en la m… y después de dos horas de inspeccionar el vehículo le dijeron que aprovechara que estaba como nuevo. Conversamos mientras esperábamos y me contó que tenía una hija con la señora, que les gustaba mucho que el carrito tuviera el baúl grande para llevar el coche y el corral, me habló de frenos ABS, correas de repartición, cigüeñal, diferencial y otra cantidad de cosas que yo ni sabía que tenía mi carro, y en un momento me dijo que los papeles quedarían a nombre de su novia y su suegra… todo el taller me empezó a dar vueltas: ¿Quién le regala un carro a la suegra? Y además ¿Cómo así que mi novia? No me suena que a la mamá de los hijos le diga novia… y me dice el tipo: Listo, entonces mañana lo llevamos a la Sijin y después te hacemos la transferencia.

Lo de la transferencia me sonó bien, pues apenas se haga a mí me llega un mensaje al celular, luego consulto por Internet y después en el cajero, y ahí sí le firmo el traspaso. Uno nunca sabe. Ni cheque de gerencia sirve, porque le pueden dar orden de no pago. Eso de que venga vamos a mi banco saco la plata y la llevamos al suyo, tampoco se hace porque en el camino llegan los compinches y lo atracan a uno, y tampoco sirve que usted le diga que lo espera en su banco para hacer la consignación porque resulta que puede estar de acuerdo con el cajero. Así que pensé que si esto que me cuenta mi padre pasa en el mundo análogo, en el virtual también es posible que me manden un mensaje falso y hackeen mi cuenta en Internet para mostrarme un saldo de mentiras. Que logren cambiar el recibo del cajero me parece menos probable.

Lo que me sonó maluco fue lo de la Sijín. Allá también puede estar de acuerdo con algún empleado público tramposo, y qué tal terminar sin el carrito y en la cárcel: se llevan el carro robado a quién sabe dónde y lo meten a uno preso… ¡Ni riesgos! Si el señor, después de venir a mi casa, piensa que los porteros estaban confabulados, y que yo no vivo aquí y que mi papá es un militar corrupto cómplice del robo de carros, pues me va a tocar decirle que yo tampoco confío en él: fui educada en un país de tumbadores y aquí nuestro deber civil es no dar papaya.

Quisiera no tener que pensar más en esto y me arrepiento de no haberlo entregado por cinco millones menos en el concesionario en donde voy a comprar el otro carro. Me tiene tan paranoica que cuando veo el comercial del jabón íntimo para mujeres que dice tener "PH diferencial" pienso que si hasta eso ahora tiene diferencial, es porque nos han engañado siempre.