Llegó a su fin Breaking Bad, la serie del profesor de química que tras ser diagnosticado con un cáncer terminal decide meterse a la producción de metanfetaminas y hacer buen dinero para dejarle a su familia. Entre el 2008 y este año, la historia de Walter White fue ganadora de varios premios Emmy y Globos de Oro (entre mejor serie, mejor actor, mejor actor de reparto, mejor guión...) y según el portal de crítica de televisión Metacritic, es una de las mejores series de todos los tiempos con un puntaje de 96/100.

Pero aquí vemos Protagonistas de Nuestra Tele.

En el segundo capítulo de la serie, el profesor White le habla a sus estudiantes de quiralidad, que es la propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen especular. El ejemplo más sencillo son las manos: la izquierda humana no se sobrepone con su imagen especular que es la mano derecha. "Bueno y malo", dice Walter, refiriéndose a moléculas que aparentemente son iguales al verse en un espejo, pero que tienen efectos contrarios. Una fórmula puede salvar una vida, pero con la molécula quiral puede acabarla.

Eso me acuerda del expresidente Álvaro Uribe cuando le da por referirse a las propiedades químicas de sus hombres y mujeres más cercanos. "Francisco Santos es un hombre químicamente bueno", escribió en el prólogo del libro de Pachito, Rebelde con causa. Tal vez lo fue. Cuando lideró la fundación País Libre y cuando tomaba distancia del poder como periodista. Hoy vemos su imagen quiral. Un Pachito cercano a la extrema derecha. Uno que habla sin pudor de electrocutar a los estudiantes que protestan, de dinamitar las cosas que no le gustan (como el Bolívar Cóndor) y que fue investigado por apoyar y fundar el grupo paramilitar de Bogotá (el Bloque Capital).

El excomisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, era el "doctor ternura", hoy es prófugo de la justicia. De Jorge Noguera, exdirector del DAS, dijo que era un "buen muchacho", y hoy paga una condena de 25 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir, homicidio y falsedad por ocultamiento y revelación de secreto. De la también exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado, Uribe dijo que "metería mis manos en el fuego por ella", y trinó: "Esta exfuncionaria intervino con pulcritud en varios gobiernos y sin cometer delito, siquiera político, es víctima de persecución en nuestro país". Hoy la mujer está prófuga de la justicia y reside en Panamá, mientras que acá la Fiscalía ha demostrado que ella está involucrada en el caso de las interceptaciones telefónicas ilegales a opositores del Gobierno Uribe, y que ya tienen "a más del 60% de las personas investigas por el caso de las chuzadas ya condenadas", aseguró el vicefiscal Jorge Perdomo.

El mismo Uribe es un ejemplo de quiralidad. Constantemente proyecta una imagen paternalista, de corazón grande y mano firme. De un tipo decente. Esta semana reprendió a su lacayo José Obdulio Gaviria por el lenguaje soez que usó para criticar al hermano del expresidente Pastrana, que a través de Twitter le sacó los trapos al sol y ventiló que este había sido consejero de su primo hermano, el capo Pablo Escobar Gaviria, en la época del Cartel de Medellín. Sin embargo, el mismo Uribe ha pelado el cobre. Del exministro de Defensa Gabriel Silva trinó que era "trepador, oportunista e inútil".

El camorrero también se despachó en contra del finado presidente de Venezuela, Hugo Chávez; del presidente de Ecuador, Rafael Correa, y por teléfono le dijo a Luis Fernando Herrera, exempleado de la Casa de Nariño al que llamaban la Mechuda: "Estoy muy berraco con usted y ojalá me graben esta llamada. Y si lo veo le voy a dar en la cara, marica".

Uribe, el decente y populista para ganar votos, dice que "hay que linchar a los corruptos". Sin embargo, como Presidente le pidió públicamente a los congresistas que lo habían apoyado, "que mientras no estén en la cárcel, voten los proyectos del Gobierno". Uribe, el adalid de la moral que no está dispuesto a ceder ante los bandidos dijo: "Quienes incendiaron el Palacio de Justicia, con los dineros del narcotráfico (Pablo Escobar financió la toma), simplemente se quitaron el camuflado, se pusieron un traje de civil y llegaron al Congreso a querer darle cátedra moral al país". Pero cuando en su lista del partido Puro Centro Democrático (PCD) para Senado y Cámara incluyó al polémico José Obdulio señalo: "nunca me importó que fuera primo de Pablo Escobar".

Walter White creó un alter ego al que llamó Heisenberg, un tipo despiadado y ambicioso. Se creyó tanto que uno de los capítulos de la última temporada se llamó Ozymandias, como el soneto del escritor británico Percy Bysshe Shelley, y que hace referencia a lo que quedó reducido el imperio del faraón Ramses II. 6,37 millones de personas vieron ese capítulo. El último capítulo tuvo 10,3 millones de televidentes.

A Uribe lo reeligieron con 7.397.835 votos, y hoy tiene un ego que lo llevó a cambiar el nombre del PCD por el de UCD, Uribe Centro Democrático. Un partido químicamente malo y lleno de quiralidad. El expresidente como en el soneto de Shelley parece gritar: "Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes: ¡Contemplad mis obras, oh poderosos, y desesperad!". Cuando tan solo es dos enormes piernas pétreas sin tronco, en medio del desierto de lo que fue su imperio. Un rostro hecho pedazos y una mueca en la boca con el desdén de frío dominio.