Las condiciones de discapacidad pueden ser mentales, físicas, psíquicas, visuales o auditivas, por eso es necesario identificar la clase de alteración y cómo puede afectar el estado nutricional. Son infinidad de alteraciones y factores que pueden afectar la nutrición en las personas en estas condiciones.
Un equipo interdisciplinario debe evaluar y velar por las condiciones del paciente sin olvidar que las circunstancias afectivas, la socialización y el respeto ofrecen un ambiente placentero, primordial en la calidad de vida.
La alimentación individual puede variar según el estado general de la salud, la edad, sexo, grado de discapacidad y según factores de riego económicos, psicológicos, sociales, funcionales (si permanece acostado, usa muletas, caminador o silla de ruedas) o si el tubo digestivo presenta una lesión que requiera bolsa externa.
En su mayoría, los pacientes requieren asistencia para la alimentación, desde la compra hasta la preparación queda en manos de los familiares o personas externas (cuidadores) que los atienden.  Para la administración de los alimentos pueden necesitar ayuda para llevárselos a la boca. Muchos presentan problemas para masticar, tragar, digerir y absorber todos los nutrientes. En este caso, se hace necesaria una orientación para el plan de alimentación.
La incapacidad de digerir los alimentos, debido a la enfermedad o a la inactividad física, deteriora la condición física contribuyendo a que se presenten alteraciones digestivas como diarrea y estreñimiento.
En recientes estudios epidemiológicos de obesidad, se observa un incremento en el porcentaje de grasa corporal tendiendo al sobrepeso u obesidad en adultos con discapacidad cerebral, debido a la actividad física limitada.
Desde temprana edad se incrementan los problemas de alimentación y nutrición en los casos de discapacidad neuromuscular. Las lesiones bloquean el proceso digestivo y los factores fisiológicos alteran negativamente el consumo de alimentos impidiendo el crecimiento y desarrollo.
Recomendaciones nutricionales para mantener el estado nutricional optimo.
*Conservar un peso saludable.
*Alimentación completa, equilibrada, suficiente, adecuada e inofensiva.
*Escoger alimentos altos en fibra como cereales, frutas y verduras, que proveen vitaminas, minerales y agua.
*Proteínas: carnes blancas o mezclas vegetales. Preferir pescado.
*Moderar grasas de origen animal, azúcares simples y alcohol.
*Consumir leguminosas varias veces a la semana.
*Ofrecer alimentos en preparaciones y texturas adecuadas de manera individual.
*Procurar dar la alimentación en un ambiente placentero en compañía.
*Tener presente el tiempo de discapacidad.
*Incluir la rutina de actividad física, esto ayudará al gasto de energía manteniendo el balance entre la ingesta y el gasto metabólico permitiendo una vida saludable.
Recuerde siempre consultar a un especialista.

*Nutricionista dietista Clínica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora acreditada en Diabetes
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