María Leonor Velásquez Arango


Pocas veces nos detenemos a pensar sobre la forma en que pensamos y como ésta incide en nuestras decisiones y acciones; sería bien interesante si lo hiciéramos y tal vez descubriríamos que es hora de sacar de nuestra cabeza muchas cosas que nos anclan al pasado y en ocasiones no nos dejan avanzar.
Innovación es una palabra que está de moda, es una de las locomotoras del nuevo Gobierno Nacional, es un tema central en la búsqueda de la competitividad y calidad de vida de las regiones, es una preocupación cada vez mayor en las organizaciones, está presente en el comportamiento de los niños y se aleja cada vez más de la forma de hacer las cosas de los adultos.
¿Qué quiere decir innovación para usted?
La Real Academia de la Lengua define innovación como: "Mudar o alterar algo, introduciendo novedades"; otros la definen como: "La introducción de un producto o servicio, proceso o método nuevo o mejorado sustancialmente, en las prácticas internas de una empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones con el exterior".
Revisemos cuándo sucede la innovación: 1) cuando una idea se pone en práctica; 2) cuando una comunidad de personas se apropia de una forma de hacer las cosas; 3) no es lo nuevo per se lo que se denomina innovación, se requiere adopción e impacto en un grupo. Desde aquí quisiera proponer la definición de Robert Dunham "Innovación es la adopción de nuevas prácticas en una comunidad".
¿Cómo lograr que una comunidad de personas se apropie de una nueva práctica? Esta sería la pregunta del millón pues no basta con tener a la mano una distinción, haber leído un libro o asistido a una conferencia, inclusive haber tomado un curso. Muchas veces aunque el discurso sea realmente innovador, en la práctica seguimos comportándonos de la misma forma que antes.
La innovación requiere, en primer lugar, entender y ponerse de acuerdo sobre el significado del término; pero también necesita una actitud flexible y un cuerpo abierto y dispuesto a moverse a otro lugar. Esta es la parte donde el tema se vuelve más complejo pues actitudes como la arrogancia -creer que siempre tenemos la verdad- y el miedo "ver amenazas y riesgos en todas partes- hacen que no estemos dispuestos a equivocarnos y explorar nuevos territorios.
En una reunión reciente, donde el tema central era la innovación, me llamó la atención como se hablaba con tanta propiedad sobre Ciencia, Tecnología e Innovación y sin embargo algunos cuerpos estaban cerrados, rígidos y casi ‘atornillados’ en sus asientos queriendo encontrar respuestas correctas lo más rápido posible y llegar a un resultado concreto que les permitiera saber con certeza el siguiente paso. La disposición a perderse, la curiosidad a través de preguntas, la irreverencia y la capacidad de ‘disfrutar’ el camino son elementos esenciales que a veces nos cuesta sostener en este tipo de espacios.
Durante los tres días que duró la reunión me preguntaba cuáles de estas características están presentes en nuestra sociedad; me parecía que, tal vez como personas y como comunidad, a veces estamos anclados en el mismo sitio tratando de encontrar respuestas nuevas desde el mismo lugar, con una actitud desde donde creemos que "todo lo sabemos", con dificultad para reconocer que nos equivocamos y buscando responsables en algún lugar que no tenga que ver con nosotros, con un respeto reverencial por personas o situaciones que hace rato no deberían estar en lugares protagónicos, aparentando que no pasa nada y que todo está bajo control; y desde ese lugar perdemos la capacidad de ser irreverentes, de cuestionar y hablar de lo que pasa, de aprender de nuestras equivocaciones, de ser más auténticos y disfrutar más el camino.
Si usted está pensando hacer algún cambio en su vida, en su familia, en su empresa, en su comunidad, me gustaría invitarlo a que se haga algunas preguntas: ¿Por qué he estado aquí tanto tiempo? ¿Cuál es el beneficio que obtengo de esta posición y cuál sería el costo de moverme a otro lugar? ¿Cuáles son esas cosas/personas que no son esenciales hoy y necesito dejar/soltar? ¿Qué tan dispuesto estoy a explorar y recorrer nuevos caminos en los que tal vez no sea un experto? ¿Cómo estoy para permitirme cometer errores y aceptar las equivocaciones de otros?
Innovar quiere decir aprender y aprender es cambiar y cambiar implica ir a otro lugar y el movimiento trae implícito el riesgo. ¿Cómo estamos preparados para enfrentar riesgos? ¿Será posible continuar buscando certezas en un Universo donde lo único que permanece es el cambio?
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