Ricardo Correa


¿Cuál es la actividad humana que contribuye más al calentamiento global? La ganadería, lo hace con un 18% del total. Sospecho que usted estará haciendo cara de sorpresa o de incredulidad, pero es así. Lo que sucede es que esta información, por una u otra razón, es muy poco difundida. Relegado a un segundo lugar está el conjunto del transporte terrestre, fluvial, marítimo y aéreo que utiliza como combustible al petróleo y sus derivados con un 13%. ¡Es increíble esta información! (Recomiendo ver en Youtube "meat the truth", http://www.youtube.com/watch?v=dypYT9XPuA4).
La razón para este hecho es que el bovino, que es un rumiante, utiliza para su digestión mecanismos biológicos complejos que le permiten digerir la fibra vegetal y alimentarse de ella, lo que los humanos no podemos hacer. Como consecuencia de este proceso, como un subproducto, su estiércol y sus gases (pedos y eructos) tienen un drástico efecto ambiental, ya que contienen gas metano, diferente a los humanos y otros animales que producimos dióxido de carbono. El metano es veinte (20) veces más potente en sus efectos para el ambiente que el dióxido de carbono. Y valga decir, una vaca se la pasa el día emitiendo gases. La contaminación que produce un ejemplar bovino equivale a la que emite un carro grande que recorra 55 kilómetros diarios. Todo esto genera grandes interrogantes, problemas y desafíos.
La civilización humana tiene como uno de sus pilares, desde sus inicios, a la ganadería. Por siglos el consumo de carne animal ha estado en la cima de la aspiración de familias, sociedades y gobiernos. Por ejemplo, China, con su gran progreso económico de las últimas décadas, ha aumentado vertiginosamente el consumo de carne: para 2005 llegaba a 56 kilogramos por habitante, lo que equivale a diez veces lo que podía consumir un chino veinte años atrás. Y en la medida en que la capacidad adquisitiva aumente en muchas partes del mundo, más y más personas consumirán más carne. Todo esto nos lleva a una paradoja: lo que se estima como progreso y mejoría termina siendo perjudicial para el planeta y la humanidad.
Y no es solo el calentamiento global. En el tema del agua las cifras poco ayudan a la ganadería: para que el consumidor final tenga disponible un kilogramo de carne de res se requieren en toda la cadena productiva 14.856 litros de agua, cifra escalofriante teniendo en cuenta la fragilidad de este recurso. Por el contrario, para producir un kilo de fríjol se requieren 344 litros de agua, para uno de maíz 872 y para uno de papas 248. Por otro lado, para alimentar al ganado se usan concentrados a base de granos, cuyo cultivo extensivo está afectando de manera muy seria ecosistemas claves para el equilibrio ambiental mundial, por ejemplo en el Brasil. Y estos mismos granos, consumidos directamente por las personas, tendrían un enorme potencial alimenticio. En resumen, la actividad ganadera como se practica hoy es altamente perjudicial para el planeta y sus habitantes. Es hora de reducirla significativamente.
¿Qué hacer entonces? La primera y más sencilla respuesta es comer menos carne. Modificar los hábitos alimenticios. En mi caso personal no soy vegetariano, todavía como carne. Pero desde hace cinco años empecé con la costumbre de no comer ningún tipo de carne un día a la semana, en lo cual he sido constante. Hoy en día hay semanas en las que lo logro hacer tres o cuatro días. Es bien fácil suprimir el consumo de carne un día a la semana y se puede ir progresando. En términos agregados esto sería bastante significativo si mucha gente lo practicara. Incluso hay una corriente mundial que se llama "Lunes sin carne" que promueve esta iniciativa. Es un mito que la proteína animal no se pueda lograr por otros medios, hay alimentos que la reemplazan de manera adecuada.
Los gobiernos por su parte, que ya están empezando a aplicar políticas anti calentamiento global, están obligados a tener presente el fenómeno de la ganadería y a actuar en consecuencia. Colombia es un país con un consumo de carne moderado: 34 kilos, frente a Dinamarca, la primera en el escalafón mundial, con 145 kilos. De todas maneras, es conveniente enfrentar este reto desde ya.
Hay otra razón de mucho peso para comer menos carne: al sacrificar menos animales nos humanizamos más.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015