Flavio Restrepo Gómez


La semana pasada, el periódico nos informó que Gerardo Echeverry, médico gastroenterólogo, hombre decente y bueno, magnífico profesor y excelente amigo, había fallecido después de soportar dignamente una penosa enfermedad.
El Dr. Gerardo fue maestro de muchos de los médicos que trabajan en Caldas, de casi todos lo que en Manizales se formaron. Fue siempre hombre decente, de hablar pausado y maneras elegantes. Un médico digno, que antes de estudiar medicina, había estructurado una dignísima personalidad sobre la cual podía, sin aspavientos, ejercer el arte con dignidad, cobrándole a quien tenía el cómo, pero donando su trabajo al necesitado que por los insondables de la fortuna no tenía con qué pagarle. Un médico de verdad.
Incursionó en la política y fue congresista por Caldas, pero terminó su periplo político cuando comprobó que la más deshonesta, la más cruel, la peor de todas las profesiones era sin duda, me decía, la politiquería barata con la que se trabajaba en Colombia. El arte magnífico de la política, rebajado a basura por los que interesados más en el bienestar personal que en el general, convirtieron el arte de gobernar en un negocio de deshonra.
A la memoria me llegan estas palabras de Luz Violeta, escritos en el portal Luz en tu sendero. Las tomo prestadas para decir lo que mi Profesor, mi amigo, pensaba de la vida y lo que discutía de la muerte:
Memorándum de la muerte
¡Hola!... ¿Me recuerdas?... ¡Soy la muerte! Te envío este memorándum, para notificarte que mañana te toca a ti... ¡Sí! ¿Pensaste que vivirías mil años?... ¡Calma, no te lamentes!; no te lamentes..., ni te preocupes más..., todavía te resta todo un día...
Y un día puede ser toda una vida... si lo sabes aprovechar. ¿Cómo?... Ya no postergues tu vida... Ya no renuncies a ella jamás. Tienes 24 horas para demostrar tu cariño, tienes 24 horas para decirle que le amas. Para bailar bajo la lluvia, para disfrutar aquella melodía, para sentir el sol, para soltar tu llanto, para entregar tu alma.
Tienes todo un día para pedir perdón, para ser un niño, para ser un sabio, para reír con fuerza, para gritarle al viento, para disfrutar del resto de la vida que queda en tu corazón... La vida te está rodeando a cada instante aunque la busques en el futuro, aunque creas haberla olvidado en el pasado.
¡La vida está ahí contigo! Te envuelve con su magia, pero tú como un ciego prefieres ignorarla. Es por eso que te envío este memorando... Para que recuerdes que tienes que morir... Que mañana tomaré tu mano y te llevaré de aquí, de este mundo terrenal... Y quiero preguntarte... ¿Podrías describirme el aroma de las rosas?... ¿Podrías decirme lo que sientes, cuando el viento te envuelve con su ternura, con su brisa y con su fuerza?... ¿Conoces la maravillosa sensación que brinda el amor?... ¿Has bailado al ritmo de tu corazón?... ¿Has disfrutado el arte de hacer el amor?... ¿Sin ningún límite?... ¿O te ha detenido el temor?
Disculpa si soy indiscreta... Lo que pasa es que me causa mucha gracia el pensar que mañana que te tome en mis brazos... vas a estar muerto completito... al 100%... No habrá ningún asomo de vida en ese cuerpo tuyo... Y sin embargo, hoy que estás vivo... El 75% de tu ser parece estar muerto.
Tengo aquí a muchos suicidas que en el justo momento que me vieron de frente, descubrieron que la vida es muy bella y mucho más grande que todos esos problemitas que creyeron irremediables...Justo cuando sus ojos dejaron de percibir colores, cuando su piel dejó de tener sensaciones, cuando sus oídos no escuchaban ni siquiera el silencio, cuando su boca no pudo decir: ¡Te amo!... ¡Ayúdame!... ¡Te perdono!... ¡Te extraño!... ¡Eres especial!...
Cuando sus brazos ya no pudieron abrazar, cuando sus piernas ya no pudieron correr, cuando sus labios dejaron de sonreír. En ese momento, todo suicida me suplica una oportunidad sin entender que cada instante, de cada hora, de cada día de su vida es una oportunidad... Una oportunidad para vivir con intensidad... Y que yo, la muerte, sí doy oportunidades. Pero solo a aquel que sabe usar la vida, solo a aquel que se da cuenta que la vida no se puede comprar con ninguna cantidad de dinero... Que la vida es como una montaña rusa, a la que te subes y lo disfrutas al 100% porque sabes que el final está cerca y que no podrás comprar otro boleto.
¿Sabes?... Existe mucha gente con enfermedades que los tienen al borde de la muerte... Gente admirable, ¡Que lucha por vivir!, ¡Por conseguir sus sueños! ¡Por gritar su amor!, ¡Por extender su mano!... Por dejarle al mundo la huella de su corazón. Gente que aún sabiéndose desahuciada sonríe feliz, persigue sus sueños y sabe vivir... A muchos de esos guerreros de la vida sí les doy una oportunidad. ¿¿¿Por qué??? ¡¡¡Merecen vivir!!!... Y cuando uno de esos seres que supieron vivir llega a mis brazos... lo recibo contenta, porque no se quejan con clásico "si yo hubiera…". Ellos hicieron todo lo que quisieron hacer... y por eso les indico el camino que han de seguir... Ese camino que sin duda les hará volver a vivir.
¿Así que no me recordabas? ¡¡¡Aquí estoy!!! Porque mañana te toca a ti... Te queda un solo día... ¿Qué harás con él?... Si me convences puede que te permita vivir otro día.
Hoy estás en los brazos de la vida… pero mañana… mañana estarás en los míos… así que… ¡¡¡Vive tu vida!!!
Te espero...
Atentamente
La muerte
Profesor Gerardo Echeverry, descanse en paz.
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