En días pasados hubo un titular que no se le dio toda la importancia que debía tener, hablaba que algunos funcionarios de la DIAN estaban siendo amenazados y otros asesinados. Pues bien, ello demuestra que comenzaron a hacer bien la tarea. Y es una tarea fundamental para el país, que haya control al contrabando y se paguen debidamente los impuestos.

Los problemas de desigualdad que vive el país no se sanarán si no logramos incrementar decididamente el gasto público social, el mismo que se va a educación, salud, vivienda, tercera edad y niñez principalmente. Las grandes desigualdades del país hay que sanarlas y comenzar por las heridas más apremiantes. Una de las maneras más efectivas para reducir las brechas sociales es, por una parte, tener un sistema tributario progresivo, es decir, que le cobre más proporcionalmente a los ricos que a los pobres; y, de otra, que esos recursos se focalicen en el gasto social comenzando por los más excluidos del sistema, y se brinden oportunidades a todos de educación de calidad y salud básica.

Pues bien, Colombia viene haciendo su tarea con juicio, pero tal vez a una velocidad no muy grande, otras naciones, como Brasil, lo han hecho a pasos más rápidos que nosotros. Y para ello se requieren los recursos fiscales. Y es allí donde debemos ayudar todos los colombianos y colombianas a construir una cultura de pago de impuestos. No podemos seguir siendo una nación de "vivos" que evadimos los impuestos, que le hacemos conejo al Estado. Eso no es ético. Eso no es responsable. Eso no es digno. El país tiene que hacer el cambio cultural.

La evasión, la elusión, las trampitas, el no facturar, el inflar los gastos en las empresas y demás miles y miles de "truquitos", algunos de ellos verdaderos delitos y horrendas deshonestidades y falsedades, hay que pararlos en seco, Colombia se merece más honestidad. Aquí el sector privado debe jugar un papel muy importante. Pero también la profesionalización de las instituciones como la DIAN. Por ello, esperamos que el Gobierno aumente las medidas de seguridad para los funcionarios de la DIAN, que eleve las pólizas por "accidente de trabajo", incremente por méritos las bonificaciones para estos funcionarios. Y por otro lado, es fundamental que el ciudadano normal, exija la factura, no se preste para robarle recursos al Estado y denuncie las anomalías.

Entre todos podremos sacar adelante una nueva cultura tributaria en el país. Colombia se la merece. Los pobres del país tienen derecho. Y los colombianos y colombianas con capacidad de pago tienen la gran responsabilidad de contribuir por el bienestar social, no hacerlo es una grave irresponsabilidad con el presente y futuro del país.