Preocupante, por decir lo menos, que un personaje de la estatura de Eucario Bermúdez haya declarado en Miami que la buena radio colombiana permanece secuestrada.

No abundó, sin embargo, en mayores detalles sobre esta verdad de a puño en entrevista concedida al colega Edgar Hozzman, editor de la columna virtual "Pantalla & Dial".

Para nadie es un secreto que existe una diferencia abismal entre la radio de ayer y la radio de hoy. Asiste toda la razón a "Les Luthier’s" cuando sostiene con su espléndido sentido del humor que "todo tiempo pasado fue anterior".

Se esfumaron del cuadrante como por arte de magia todos los programas que hicieron grande a la radio colombiana. El medio es un verdadero relajo. La creatividad y el buen gusto brillan por su ausencia. Las excepciones son tan pocas que se pueden contar en los dedos de una mano y sobran falanges.

Mientras establecemos quiénes son los autores del secuestro de la ya casi centenaria abuela de nuestras entretelas; dónde la tienen confinada y cuáles son sus exigencias para permitir su regreso a la libertad, démosle un vistazo a la entrevista con Don EU, primera figura de nuestra radiodifusión por mucho tiempo.

Hozzman se hace lenguas evocando la radio que siguieron con fascinación, devoción, cariño y respeto muchas generaciones de colombianos y señala que "hablar de Eucario Bermúdez es encontrar sinónimos como locutor, personalidad, tradición, maestro, voz, orgullo de Colombia, portento, puntual, sincero y exponente de una raza de hidalguía. Estricto con los libretos y la redacción. Eran los tiempos de la buena radio, de ese medio caliente que hacía hervir los transistores. Autor del libro "El talento no se jubila", escrito que no ha sido leído en las Facultades de Comunicación Social por el peligro a contagiarse de Periodismo".

¿Qué recuerda del triángulo de Oro Caracol? Su impactante identificación e irrupción como primer sistema de cadena. ¿Caracol nunca debió ser vendida? Jamás. ¿Cuál ha sido la respuesta del público a los libros que ha escrito? Cariñosa. ¿En qué especialidad radial se ha sentido más identificado, maestro de ceremonias, lector de noticias, locutor deportivo o animador? Creo haber pasado el examen en todas. ¿Quién ha sido un buen gobernante de Colombia? Carlos Lleras Restrepo. Para que vea mi imparcialidad política. ¿Su gran acierto fue haber descubierto y promocionado a Luz Marina Zuluaga? Catapultó mi nombre a nivel nacional. Fue una histórica e inolvidable promoción radio periodística. Luz Marina sigue siendo la única Miss Universo de nuestro país. ¿Le gustaría ser elegido congresista por los colombianos en el exterior? Lo intenté y tuve el caudal de votos necesario, pero se frustró por falta de una oportuna reglamentación de la Ley. ¿Cuál es la noticia de las que usted leyó, le arrugó el corazón? La noticia sobre la trágica muerte de Julián Ospina Mercado, la irrepetible voz noticiosa de Colombia. ¿De los periodistas que conoció, quiénes escribían un buen lead? Antonio Pardo y Orlando Cadavid. ¿Qué pasó con la buena radio colombiana? La secuestraron. ¿Cuál es su disciplina para mantener una voz fresca y vital? Es una bendición de Dios. ¿Qué etapa de su existencia identificó Tierra Colombiana? La más vital, la de mayor identidad con mi patria.

Otra tanda de preguntas y respuestas: ¿Qué tema musical le hubiera gustado componer? "Yo me llamo cumbia", el himno del gran compositor e intérprete -hoy olvidado- Mario Gareña. ¿Manizales del alma sí le ha reconocido su labor? Ave María, allí me llaman el único manizaleño nacido en Timbío. ¿Cuál sería su fórmula ideal en voces para informarle a Colombia? Gustavo Niño sería la primera, junto a Eduardo Aponte. ¿Qué voz femenina le impactaba? La de Teresa Gutiérrez como locutora. ¿Qué tema le declamaría al momento histórico que está viviendo Colombia? Hoy y siempre la Lección Lírica de Colombia del poeta Óscar Echeverri Mejía que acompaña mi más reciente libro "El Talento no se Jubila".

La apostilla: Para esta leyenda viva de la radio, la gente de hoy no se deslumbra como antes porque no lo admite la constante innovación tecnológica y el momento crítico de la radio se le debe al marketing, a la falta de control del gobierno y a la suspensión de las licencias de locución.