John Harold Giraldo Herrera


Lumièradas
John.giraldo.herrera@gmail.com
La primera reacción por Ninfomaníaca, del célebre Lars von Trier, es de un ruido mediático. Fue hecha para levantar polémica y movilizar ideas. Opera como una roncha de la moral, nos provoca, nos sugiere e incita a poner un tema en el debate público: la adicción de las mujeres al sexo.
También trata la cura, las enfermedades patológicas, el cine, las relaciones humanas en general, lo que ha polarizado a quienes la rechazan y la aceptan, o causado incomodidades. Ninfomaníaca se acomoda como una trilogía, llamada por el director como La depresión y que empezó con la genial Anticristo (2009), siguió con Melancolía (2011) y termina en la vida de la ninfómana.
Ver la historia de una mujer que disfruta de su flanco más atrevido y lujurioso, el sexo, más su parte de combatirlo al ser un síndrome, es un desafío, no solo porque son dos partes: más de 5 horas, como también por lo escandaloso, apenas se estrenó la primera. Lars se valió de un truco narrativo: lo que se cuenta ocurre en el tiempo de la evocación e imaginación de otro. La historia la cuenta la ninfómana a un señor que la recoge luego de verla herida. En eso ha hecho muchos trucos Lars, sucede en Los Idiotas (1998) (nos mueve con una intelectuales que renuncia a su condición y se dejan llevar por una vida de letargos), va en Dogville (2003, la vida de un pueblo contado en tablas, donde la bondad se pone a prueba) y así con cada filme para desplegar historias y establecer relaciones con el espectador.
En Ninfomaníaca nos prepara como en los grandes relatos: acomódense, viene un suculento material compuesto por la extraordinaria, placentera, melancólica, terapéutica y hasta melodiosa vida de una mujer… con lujo de detalles. Somos presa de imágenes explosivas, siguen expandiéndose en nuestra vida y se ponen ahí para contemplarlas, debatirlas, contradecirlas, ponerlas en duda o creerles. He ahí su magia y su acierto: no es para divertir. Es una trama con mucho drama, giros violentos, temas como salpullidos mentales. Desespera y nos ubica en la incertidumbre, donde la vida parece contraerse.
Y nos estremece, nos sacudimos, así que resulta una experiencia frenética. El cine al revelar nuestros lados oscuros termina por hechizar o aborrecer, un plano intermedio también puede aparecer. La ninfómana no vive, reconstruye su historia y se la pone en evidencia a un viejo que se considera asexual, no obstante, conoce el mundo y sus lados lujuriosos, porque su cultura viene de libros, de música, de absorber la cultura. Entonces chocan dos seres antagónicos, el uno vive de manera sosegada; la otra, todo lo contrario. No estamos en una butaca, sino en un diván, y escuchamos, a veces juzgamos y hasta exorcizamos.
Lars von Trier se ha puesto en el escenario como un director de películas en contravía. Habría muchas vías para recorrer Ninfomaníaca. Decir, por ejemplo, que se divide en capítulos. En Melancolía ya nos había encajado la historia así, y eso da lugar a contar con cierta libertad: “Por dónde empezar”, se inquieta la ninfómana, y de repente arranca desde su niñez, donde se trazaron sus caminos. Sigue sin tener en cuenta los hechos de modo cronológico (aunque llega hasta sus 50 años), nos va relatando por partes, y cada una es casi una película, una pieza musical, un cuadro, una ecuación matemática. Como si fueran relatos anónimos, no hay muchos nombres, solo letras, hombre P, o K, o padre, en fin. Quedan preguntas, por ejemplo, qué convierte a esta mujer en ninfómana ¿el disfrute, un asunto de niñez, un acto espontáneo, la sociedad?
Interesante resulta ese comodín: de cómo se cuenta la historia, parece un juego, pero muy serio. Quedamos como en una encrucijada sórdida, apabullados, logra su cometido y salimos del teatro aturdidos.
Ficha técnica
Año: 2014
País: Dinamarca
Duración: 117 minutos
Director y guión: Lars von Trier
Música: Varios
Fotografía: Manuel Alberto Claro
Actores: Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Connie Nielsen, Christian Slater, Nicolas Bro, Jesper Christensen, Uma Thurman, Caroline Goodall, Kate Ashfield, Saskia Reeves, Jens Albinus, Sophie Kennedy Clark, Mia Goth, Omar Shargawi y Severin von Hoensbroech.
Productora: Coproducción Dinamarca-Alemania-Francia-Bélgica; Zentropa Entertainments
Género: Muy difícil de clasificar, cabe en un drama.
Página web: http://www.magpictures.com/nymphomaniac/
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