Cine de hoy

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"La creatividad nunca ha sido sensata. ¿Por qué habría de serlo?
¿Por qué tú deberías ser sensato? lo que un artista necesita es entusiasmo, no disciplina"
Julia Cameron (escritora americana)

Existen miles de producciones millonarias en las cuales se cuenta con una cantidad ilimitada de recursos, actores de primera línea, directores consagrados, locaciones asombrosas, pero ello no garantiza el éxito. Se necesita algo más, se requiere más que una gran chequera para crear un film maravilloso; prácticamente se requiere algo inexplicable, algo que en los seres humanos llamamos carisma y que en las películas podríamos catalogar como feeling.  Cuando los productores americanos o europeos, se fijan en producciones de cualquier otra parte del mundo, es porque le ven ese "algo" que conecta la historia con el espectador. Cuando esos recursos llegan a manos de los realizadores latinos, la magia puede darse por añadida. Ese algo nos es entregado como por herencia, esa visión entre lo mágico y lo real es la que hace que nos destaquemos del resto del mundo con unas características muy especiales a la hora de crear. Tenemos en la piel la capacidad de sentir y ver diferente y eso se nota a leguas en la película Upside Down (Un amor entre dos mundos, 2012) del director argentino Juan Diego Solanas, filmada en Rusia y financiada por Francia y Canadá.
La primera impresión que da la trama de dos mundos cercanos con una gravedad propia e independiente parece un tanto ridícula, pero adentrarse en la historia sin tratar de ser Einstein y simplemente dejándose llevar por el disfrute de cada escena, hace que la experiencia sea inolvidable. Una historia de amor imposible, unos efectos especiales impresionantes y una conexión con los protagonistas son lo único que se necesita para enamorarse de este film. Puede que haya muchos errores en cuanto a la concepción científica de la película, pero hay que soltarse y divertirse, poner “todo de cabeza” y dejarse llevar como en un sueño maravilloso.

Otra gran sorpresa cinematográfica la podrán encontrar en Insensibles (2012), película dirigida por Juan Carlos Medina, quien también participó en el guion. La historia halada desde dos puntos  cronológicos se une de una manera ingeniosa para la resolución de la trama. En  Cataluña, en la década de los treinta, unos niños que sufren una extraña enfermedad en la que no perciben ningún tipo de dolor se convierten en una amenaza para la sociedad; en la época actual un neurocirujano está a punto de descubrir un secreto terrible sobre su origen, esos son los puntos de arranque y los motores que llevarán al espectador a un viaje lleno de misterios e intrigas. Me sorprendió un personaje en especial llamado Berkano, que sin lugar a dudas podría convertirse en un verdadero ícono del cine al contar en su concepción y desarrollo con todos los elementos necesarios para quedarse en la retina del público. Sé que se escuchará mucho más sobre esta película, muy recomendada.