Leonardo Pineda


CINE DE HOY
leonardopinedatanaka@hotmail.com.
Los fanáticos del cine sentimos un extraño morbo cuando nos dicen que una película es mala, muchos queremos verla a pesar de las advertencias que otros hacen al respecto; es como un impulso irrefrenable por saber de primera mano dónde radica el error de una u otra producción. Yo lo justifico con la máxima “para saber lo que es bueno, hay que ver lo que es malo”, pero realmente casi siempre tienen razón. No quiero quitarle el placer a nadie de ver una mala película, puede que a esa persona le guste o puede que encuentre cosas que tal vez yo no vi. Por ejemplo no alcanzo a comprender aún qué es lo que fascina a la gente de Actividad Paranormal, la veo y la veo sin entender el miedo que a algunos les causan las tres entregas que hasta ahora han hecho. La primera me pareció aburrida, la segunda malísima aunque la tercera sí me gustó un poquito; ahora con la cuarta entrega creo que los productores acaban con todos los cartuchos, es más de lo mismo, puede que con mejores efectos pero el cuentico de las cámaras de video encendidas a toda hora ya está súper trillado. Sin embargo apuesto una gran afluencia de público (incluyéndome) en el estreno de esta cuarta parte. No sé mucho, sólo que la acción (¿?) se desarrolla de manera simultánea con los eventos de una de las otras y que se le da importancia a las cámaras web a través de los chat de su protagonista. Sin que lo anterior sea descrestante, pues tocará ir a verla para poder criticarla.
Otra secuela es la tercera de REC, cuya primera parte me parece un verdadero clásico del cine zombi, la segunda un fiasco absoluto y la nueva (que ya la vi) es literalmente mala. Mala en el peor sentido, es casi que cómica y eso que la hicieron con un gran presupuesto, pero cometieron un error garrafal: no se quedaron con la cámara POV (punto de vista, o sea siempre el espectador ve a través de la cámara que filma las secuencias) y abrieron los planos con cámaras convencionales. El error radica en que se le quita la esencia a la concepción inicial del film y sin esa imagen subjetiva la cinta se convierte en una muy mala película de zombis acabando con todo en la celebración de una boda. Si usted vio las dos anteriores REC pues le toca ir a esta, pero eso sí, bajo su propio riesgo… ¡se le advirtió!
Pues como andamos en el mes del Halloween llega otra película que sinceramente vale la pena evitar, se llama La Cabaña del Terror y tiene que estar usted muy desocupado para gastar el tiempo viendo semejante bodrio; los actores simpáticos, buena fotografía y hasta plata para los efectos especiales, pero el cuento es tan soso que uno se pregunta hasta dónde estamos llegando con lo que llamamos cine de miedo. El punto es que la película trata de dar unos giros en la historia y se hunde irremediablemente en un guión pésimo… de verdad, que falta de respeto con el espectador medianamente inteligente, da hasta pena contar que uno se vio tremendo adefesio.
Así que si lo que quiere es ir a asustarse al teatro sólo queda esperar a que no quiten La posesión y poder disfrutar de la segunda entrega de Búsqueda Implacable, de la cual escribiré posteriormente.
D E S T A C A D O
La primera me pareció aburrida, la segunda malísima aunque la tercera sí me gustó un poquito; ahora con la cuarta entrega creo que los productores acaban con todos los cartuchos.
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