John Harold Giraldo Herrera


john.giraldo.herrera@gmail.com
El cine, ya está dicho de sobra es para divertirse. Es además un espectáculo visual, un artefacto creado para darles rienda suelta a las ilusiones, cualquiera que ellas sean: bobaliconas o trascendentes, salidas de las industrias culturales, o de gente cuya fascinación es la de contribuir a ensanchas nuestra visión de mundo. Con el mercado tenemos todo tipo de películas que no dejan de ser parte de un momento efímero, de una necesidad de contar con un producto para pasar el rato, para estar en familia y reír y quizás entretenerse. Con las otras, hay posibilidad de encontrarse con situaciones nunca pensadas –en correlación con el mundo y sus realidades-, aportan en generar discusión, en ser testimonios vivos de la humanidad.
Con Hombres de negro tres se suma una larga lista de esas películas que nos hacen creer que el mundo nuestro corre peligro, más que por nosotros mismos por una especie a veces superior, pero ingenua: los aliens, y que todo se concentra en salir de esas fuerzas destructoras, pocas veces, muy pocas hemos visto que ellos puedan ser una especie solidaria con nosotros, pues sabemos que la pugna vende más que la fraternidad. Entonces, lo visto es una trama sintetizada así: alguien dañará el mundo y otros (solo dos en este caso) lo podrán salvar. Con esa idea se han levantado superhéroes, rambos, villanos y héroes de todo tipo, mientras que el mundo pasa por nuestros ojos y como esos muertos, asesinados, donnadies de las películas, somos nosotros, unos espectadores más.
Para no estar del todo en incertidumbre contamos con películas perpetuas, cuya aparición no es constante pero nos mantienen en vilo para anunciarnos la tragedia y el posible fin, llegan recargadas y el público o las idolatra o las castiga, sus historias son efímeras y sus mensajes poco significativos, pero se quedan ahí, como parte de esa industria avasalladora y hegemónica. Hombres de negro es una de tantas, la primera nos proporcionó una historia llena de divertimentos, su centro fue el de mostrarnos unos extraterrestres que ya estaban acá desde hace mucho tiempo y nos atacaron y dos agentes (se usa una estrategia fuerte, uno viejo el otro joven, uno racional el otro emotivo, es decir una diada cuya capacidad para relatar engancha) son los dotados para salvarnos.
La segunda no tuvo mucho éxito y ahora la saga viene con el guión de uno de los duros del cine Eta Cohen. La historia deja de ser simplemente la salvada del mundo y gira más en un hecho temporal, es decir, en reponer el futuro haciendo de dioses yendo al pasado. J y k –los agentes- se ven inmiscuidos en la necesidad de saber un poco más de ellos, pero también de enfrentar al villano que ha escapado de su cárcel en la luna y ahora amenaza con una invasión troglodita. No importa como se llamen son alienígenas que quieren estar al poder.
La película cobra valor por ese hecho. Un viaje a la época convulsionada cuando se realizó el despegue para la luna, 1969. Al agente K lo mataron y J quiere enmendar ese hecho. Nada excepcional, un guiño igual superficial, salvo por algunos matices como poner al famoso Andy Warhol como un espía, hecho por las compañías secretas de inteligencia o lo insólito de un personaje que sabe del futuro y las posibilidades y con él es quien se encuentra el comodín para no fracasar en la empresa de proteger al mundo. Es otro alienígena, pero como a ese se le acabó su mundo no quiere que la tierra sea eliminada por los invasores y se convierte en un aliado (tan curioso que sean de nuevo los extraterrestres fundamentales en nuestra salvación, una leve contradicción: unos nos atacan otros nos brindan su apoyo).
Etan Cohen le pone más frialdad al tema de la invasión, los diálogos son en cierto caso atractivos, la trama se sale de lo normal, pero igual es un producto de la cultura masiva. Son sagas que aunque surjan se desvanecen y quedan más para ser recordadas en afiches que en frases. Una película, una saga recompuesta en su propio ideario: para pasar la tarde.
* Docente universitario y periodista
Año, duración y país: 2012, 103 minutos, Estados Unidos.
Director: Barry Sonnenfeld
Guión: Etan Cohen (Cómic: Lowell Cunningham)
Música: Danny Elfman
Fotografía: Bill Pope
Reparto: Will Smith, Tommy Lee Jones, Josh Brolin, Alice Eve, Michael Stuhlbarg, Emma Thompson,Bill Hader, Jemaine Clement, Rip Torn, Nicole Scherzinger
Productora: Paramount Pictures / Amblin Entertainment / Parkes/MacDonald Productions
Género: Ciencia ficción. Comedia | Extraterrestres. Viajes en el tiempo. Años 60. Cómic. Marvel Comics. Secuela. 3-D.
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