Óscar Dominguez


Nuevas historias de locos bajitos en su día (se agradece la limosna de historias del mismo corte):
"Ya no me gustan los cielos azules, prefiero cuando están plomizos porque entonces no vuelan los drones". (Zubair ur- Rehman, pakistaní, 13 años, ante el Congreso, en Washington, al denunciar bombardeos de aviones no tripulados de Estados Unidos que siguen matando civiles en su país).
Laura, 3 años, en la muerte de su abuelo: ¿Y en el cielo le dan comida? ¿Allá le prestan ropa? Quiero ir a esa nube para tocarlo.
Mi hijo Carlos, 5 años, me ha preguntado si los actores que mueren en una película cobran más. También quiere saber si los policías hacen ¡controles de melancolía!
Mami, piensa un número. "¡Siete!". Mami, dije "¡piensa!".
¿Mamá, dónde queda el coito? (Carolina, 5 años). También preguntó si el Niño Dios mudaba los dientes como ella.
Del padre a su hijo Camilo: Ya es hora de que hablemos de sexo. El hijo le contesta: ¿Qué quieres saber sobre sexo, papá?
Mi hijo de 6 años se negaba a ir a una primera comunión alegando que él estaba muy grande para usar corbatín.
Mi nieto de 4 años me pidió que le cantara para dormirlo. Después de cantarle lo que sabía me dijo: "Cállate, abuela, estoy ‘abulilo’ con tanta cantadera".
Mamá: El domingo vamos a estar muy felices porque Jesús resucita. Alejo (4 años): ¿Es decir que los ángeles lo van a echar del cielo?
Déjate llevar por el niño que fuiste (José Saramago).
David, 6 años, amaneció bravo con Dios un día de invierno. Le pidió que saliera el sol para poder ir a jugar al parque con Vale, su hermanita. "Mami, Dios no me para bolas", se lamentó David.
En pleno vuelo, a Jerónimo (4 años) se puso a mirar por la ventanilla con tan mala suerte que se encontró con el ala del avión. Preocupado, su reacción fue: "Mami, yo no veo que este avión esté moviendo las alas".
Mamá, déjame vivir que se me acaba la infancia. (Paula, 8 años).
Lo cuenta un párroco: "Celebraba yo la misa dominical cuando un niño de 7 años oyó que yo dije: ‘Y está sentado a la diestra de Dios Padre’. De inmediato le preguntó a su tía que estaba al lado: ‘¿Y al Espíritu Santo no lo sentaron?"’.
La madre le dice a Sofía, su hija de cinco años: "Estrégate bien con este trapito por detrás de las orejas y por todas partes, para que salgan las células muertas". La niña le contesta: "No, mi abuela dice que eso es mugre".
Mami, ya estoy aprendiendo a quedarme solo: por ejemplo, cuando estoy dormido. (Juan, 5 años).
El padre de Claudia, 4 años, se agachó para atarle los zapatos y la niña, al verle la coronilla sin pelo, exclamó alucinada: "¡Papá, tienes carne en la cabeza!".
Un alumno español de 10 años le pregunta a la maestra que les habla sobre el cuidado del "medio marino: Señora Beatriz Ayala: ¿El pis que usted se hace cuando se baña en el mar se puede considerar como un residuo?
Mami, tengo dos noticias, una buena y otra mala. La mala es que en el colegio me dicen gay, y la buena es que me nombraron reina de belleza.
Era Navidad y le habíamos regalado un corte de tela a la mamá de Sebastián, 6 años. Una tía le preguntó: ¿Qué le trajo el Niño Jesús a tu mamá? Respuesta: Un vestido sin hacer.
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