Fuertes vientos de cambio se sienten en la unión americana desde las elecciones del año pasado. En los comicios, varios estados cambiaron sus constituciones internas, apartándose de principios ultramorales y conservadores para aplicar a aperturas liberales en términos sociales. Uno de ellos es la unión legal de parejas del mismo sexo.

La semana pasada, Minnesota se convirtió en el duodécimo Estado en aprobar dentro de su legislación local el matrimonio gay. El gobernador demócrata del Estado, Mark Dayton, firmó la nueva ley con el alborozo de la comunidad homosexual y las fuertes críticas de los conservadores. Minnesota es un estado de los mas liberales del país. Históricamente fue el único Estado en el cual Reagan no ganó las votaciones que resultaron en su reelección.

Sin embargo, esta semana salió a la luz pública una interesante y también sugestiva gráfica en la web. Gracias a los avances de Twitter y las mediciones de tráfico y geolocalización de internet, se computaron de dónde venían los tuits más racistas y homofóbicos dentro de Estados Unidos. Paradójicamente, los mensajes más ofensivos provienen de las áreas donde los gobernantes liberales priman sobre los conservadores, es decir: Estados de la costa este (excepto Nueva Inglaterra) y la gran mayoría del centro.

Prefiero no imaginar cómo sería esta gráfica aplicada a países donde Twitter se ha convertido en un arma para atacar moralmente a otras personas o simplemente un portal de propaganda negra y daño social. La situación es tan compleja que cualquier opinión se puede convertir en un mural de lamentos y críticas, donde gana quien más fuerte grite.

Twitter puede lograr la ignición de varios movimientos ciudadanos, pero también se ha visto que es un campo de batalla entre energúmenos y burdos que se esconden en juicios de valor para expresar su desagrado sobre su realidad. Por ello, cambios drásticos del día a día como el matrimonio de parejas del mismo sexo son altamente condenados con diatribas e insultos por muchos en la web. Y esa es la sola punta de un iceberg que puede ceder en cualquier momento.

Y sobre concentraciones que se pueden desvanecer en cualquier momento, muchos todavía se preguntan por qué Corea del Norte en menos de dos meses pasó de tener una postura de beligerancia a ser un país silente y dejar momentáneamente los ataques verbales a sus vecinos. El 6 de mayo se dio a conocer que los satélites espías de Corea del Sur y Estados Unidos habían reportado la desaparición de los misiles de largo alcance con los que Corea del Norte tanto amenazó a sus vecinos y a EE.UU.

Corea del Norte pasó del estado de guerra al estado del silencio de un mes a otro. Todo el alboroto y el temor que sembraron por varias latitudes se fueron de un momento a otro, de acuerdo con la lectura práctica que se hace del desarrollo de esta situación potencial de conflicto.

Es muy improbable conocer lo que realmente ocurre dentro de los edificios de gobierno de Pyongyang. No obstante, si el patrón se mantiene, la salida en falso del más joven de la dinastía Kim Jong habría demostrado que su juventud es también sinónimo de inmadurez, puesto que el poder, para él, significa solamente una circunstancia.

Quizás los conceptos diplomáticos de Corea del Sur fomentaron una solución expresiva lejos de lo instrumental y de esta forma lograron disminuir el rango de ataque propagandístico de su vecino del norte. Es claro, eso sí, que la división ya es más notoria que en muchas décadas pasadas, bajo el símbolo de la expulsión de surcoreanos de un complejo industrial compartido por las coreas.

Sin embargo, todo el caso y la tensión se reducen a esperar que amanezca y que todo siga en calma. Esa es la realidad, mientras unos insultan cobardemente a los otros sin siquiera edificar básicos puntos de respeto social.