El editorial de El Tiempo de este domingo ‘Un acuerdo entre todos’, estaba enfocado en que la mejora de la calidad de la educación en Colombia debe convertirse en un verdadero propósito nacional, como lo ha comprendido un colectivo de jóvenes profesionales, que están promoviendo la firma de un pacto por la educación y cuya iniciativa apoya decididamente el periódico. <http://www.todosporlaeducacion.co/colombia/>

A propósito de este tema, recibí hace una semana un correo de este grupo que está promoviendo, desde Bogotá, un pacto nacional por la educación; cuando lo respondí contando que en Manizales habíamos tenido una movilización ciudadana por la educación, me pidieron una conversación para conocer más a fondo la experiencia y poder capitalizar las lecciones aprendidas.

Desde el proceso de transformación de ciudad ‘Estoy con Manizales’ adelantamos en octubre de 2011 una movilización ciudadana por la educación con resultados absolutamente sorprendentes; los titulares de este diario durante esas dos semanas fueron ‘Sigue adelante el voto por la calidad de la educación en Manizales’, ‘Arrasó el voto por la educación, un voto por la esperanza’, ‘Alcalde electo recibirá los 99 mil 205 votos por la educación’, ‘Educación de calidad un mandato de ciudadanos motivados’. Nuestra intención, desde Estoy con Manizales, como decía en mi columna del 18 de diciembre pasado, era generar conciencia en la sociedad civil sobre la importancia de ser parte activa del sistema educativo, asumiendo un compromiso directo con el proceso de formación desde la primera infancia.

El voto por la educación en Manizales es una experiencia única en el país que dio origen a temas como el Plan Maestro de Educación que hoy se adelanta desde la Alianza por la educación con el apoyo de la Universidad de Manizales; un tema que sin duda es muy valioso y sin embargo, el propósito de quienes estuvimos trabajando en esta iniciativa iba más en la dirección de los movimientos similares que utilizamos como referente ‘Todos por la Educación’ en Brasil y ‘La educación es todo’ en Israel. Las metas de Brasil, adoptadas por el gobierno del presidente Lula Da Silva, para el 2022 son: i) que todos los niños de cuatro a 17 años estén en la escuela; ii) que todo niño de ocho años sepa leer y escribir; iii) que todo alumno aprenda lo que sea apropiado para su edad según los estándares de las pruebas PISA; iv) que todos los estudiantes terminen la enseñanza básica y media; v) que la inversión en educación básica la garantice el Estado. Mientras que la tarea, del movimiento de Israel, es supervisar que el gobierno avance en el cumplimiento de cuatro metas: i) fortalecer la educación pública y detener la privatización; ii) elevar la profesión docente a una de las principales prioridades del país; iii) adoptar un plan de estudios básicos obligatorios para todas las escuelas donde se enseñe inglés y matemáticas a los judíos ultraortodoxos; iv) presionar por la diferenciación de los presupuestos escolares según las necesidades socioeconómicas de los estudiantes.

El grupo de la mesa de educación de Estoy con Manizales y actores de la Alianza por la educación, después de analizar la información y hacer una validación en campo de las brechas y variables clave que deben estar en la agenda de la ciudad, para el desarrollo de una educación universal, integral, de calidad, equitativa y pertinente, llegó a la conclusión que es necesario priorizar tres brechas para iniciar este camino: i) tener docentes motivados, suficientes y pertinentes; ii) contar con familias comprometidas y empoderadas con la educación de calidad y que demanden transparencia y eficiencia en la gestión; iii) que los niños y niñas cumplan con los 12 años de trayectoria escolar. La educación no es el fin último del proceso de ciudad, es solo el principio de un camino de transformación que no se limita a tener un plan estratégico de papel, se requiere un compromiso real de todos los actores de la sociedad civil en un ejercicio articulado donde en cambio de duplicar esfuerzos se busque generar sinergias y construir redes para un desarrollo armónico y permanente del territorio.

La movilización contribuye a despertar la conciencia y el interés de los ciudadanos por participar activamente de la transformación, también genera expectativas para que haya resultados visibles en el corto plazo y para que pasen cosas que no siempre suceden; en parte porque, lograr un compromiso real implica asumir riesgos que algunos no están dispuestos a tomar; y además, porque lograr resultados requiere trabajar juntos y articular esfuerzos dejando de lado prejuicios e intereses particulares que no permiten avanzar hacia un propósito común.

Qué bueno que haya gente pensando en un acuerdo nacional alrededor de la educación, este es un paso indispensable para continuar avanzando en términos de competitividad y calidad de vida; sin embargo, es importante entender que lograr el acuerdo y la firma en un documento de papel no es el final sino el principio de un recorrido en el que se necesita que todos estén dispuestos a poner lo que se requiera para que las cosas pasen, dejar a un lado los intereses particulares para construir juntos una mejor sociedad para todos. En Manizales dimos el paso y tuvimos un resultado excelente, pero esto es solo el principio; en mi próxima columna voy a contarles en qué hemos estado trabajando durante este período y cuál es la propuesta para el año que comienza porque la transformación de la ciudad necesita que cada uno de nosotros sea consciente de la responsabilidad personal en el ejercicio de la ciudadanía. Me pregunto si, como dije en la columna ‘El voto está vivo’ de diciembre pasado, podríamos retomar el espíritu del voto por la educación (…) para identificar caminos y acciones concretas que nos permitan liderar una transformación profunda de la educación y promover en un buen sentido ‘una revolución educativa’ nacional".