Si ha existido un personaje controvertido, inclusive actualmente, ese es Sigmund Freud nacido en Moravia, parte de la moderna, 1993, República Checa. Freud, como se le conoce coloquialmente, fue un médico dedicado a la neurología y posteriormente al psicoanálisis, con su Interpretación de los Sueños, disciplina de la cual se le reconoce su paternidad. Murió de 83 años, en Londres a donde migró finalmente luego de la invasión nazi y sacrificio familiar. Ha sido el objeto de extensos estudios tanto científicos como filosóficos que pretenden entender su vida y clasificar su obra.

Adeptos, acérrimos opositores e indiferentes, una paradoja, han expresado sus opiniones sobre una de las figuras más prominentes de las que vivieron entre los siglos XIX y XX. Los temas de sexualidad que él plateó, son una fuente importante de investigación.

Hoy, afortunadamente, se le entiende distinto. El maestro Guillermo Arango Arcila, fue un psicoanalista de trayectoria americana.

Apareció en una cadena electrónica social, un pequeño listado de 10 frases olvidadas cuya autoría se le atribuye.

La primera, expresa que para ser feliz en la vida hay dos maneras: una haciéndose el idiota y otra serlo de verdad. De primer impacto, la parte inicial parecería que es verdad pero surge el fantasma de la duda frente al esencial papel del ser humano durante toda su existencia. Aunque, no pocos gobernantes, legisladores, líderes y muchos dan la impresión de ser idiotas. ¿Serán felices? El segundo fragmento produce incertidumbre.

La segunda, expresa que la ciencia moderna no tiene un medicamento tranquilizador tan bueno como unas palabras bondadosas. Posiblemente para la época de Freud ello era totalmente cierto pero el tiempo ha cambiado. Actualmente la terapéutica ofrece alternativas. Indudablemente su afirmación sigue siendo válida en cuanto a que la plática amable es un bálsamo complementario indiscutible para el sosiego.

La tercera, expresa textualmente: "El narcisismo de las pequeñas diferencias, es la obsesión por diferenciarse de aquello que resulta más familiar y parecido." Tan cierto como evidente en la vida de los humanos. Todas las personas son ególatras en algún punto mínimo y recóndito de su existencia.

La cuarta, indica que si dos personas están siempre de acuerdo en todo, él podía asegurar que una de ellas piensa por ambos. Cierto y comprobado a través de los siglos. El problema radica en quienes, muchos, desean que ello sucediera más frecuentemente frente a sus congéneres. Sólo los esclavos mentales actúan así, una conclusión atrevida pero real.

La quinta expresa que los seres humanos creen que sólo los demás son mortales. Tan indiscutible que sólo llega la convicción contraria cuando la muerte es evidente y aun así la esperanza de vivir tutela sus días finales.

La sexta se utiliza fielmente: "La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mí." Irrefutable. Hoy la quema es sutil, pero se impide la palabra y se quebranta al que piensa.

La séptima expresa que la verdad absoluta es tan rara como el alcohol con pureza del 100%. No se puede controvertir.

La octava se enuncia literalmente: "Uno puede defenderse de los ataques; contra el elogio se está indefenso." Cierto. El elogio puede ser un acicate, más peligroso que cualquier controversia y peor si es engañoso.

La novena indica que en ocasiones las cosas son simplemente esas cosas. No es fácil su interpretación fiel pero los humanos a veces se confunden con situaciones que no van más allá de una simple evidencia.

La décima: "La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer?" Que contesten ellas.

" - El profesor Sigmund Freud después de llegar a la estación de Victoria en Londres, Inglaterra el 5 de junio de 1938. Amenazado por la persecución Nazi de los judíos en Austria, Freud emigró a Londres con su familia. Acompañando a Freud se encuentra el Dr. Ernest ...

«Recomiendo calurosamente la Gestapo a cualquiera».[21]