Andrés Hurtado


Pero no son solo el gallito de roca y los guácharos; en el Parque hay 300 especies de aves, abultado guarismo que habla de la impresionante riqueza de estos bosques, habida cuenta que el Parque solo abarca 9.000 hectáreas. Se destacan, también, el pato de los torrentes y la gallineta de monte, que está en vías de extinción. Cada vez que escribo de especies extintas o en vías de extinción por obra de la irracionalidad del hombre, pienso que a este ritmo también nosotros nos vamos a extinguir. Sí, la danta es el mamífero más grande del Parque, pero hay otro que le rivaliza en tamaño, el oso de anteojos, llamado también oso careto, el único oso que tenemos en Colombia. Es un animal de mucha fuerza, pacífico, pero molestado es tremendamente peligroso. Otros mamíferos destacados son la comadreja y los guatines o ñeques.Entre los ofidios se cuentan una falsa coral, de buen tamaño, ya que puede alcanzar los dos metros y una serpiente pequeña, de poderoso veneno, llamada tiro. Y en "especies menores", si así podemos llamar a las mariposas, el Parque es un santuario de lepidópteros; se cuentan 50 especies y una de ellas es la popular 88, además de la famosa mariposa de Muzo, la grande de alas color azul metálico.El Parque posee los únicos reductos de selva virgen que quedan en el Huila y por ello forzosamente debe ser una fábrica importante de agua, o sea de "recurso hídrico", como dicen los emperifollados ecólogos que gustan cambiar el nombre sencillo de las cosas y que a los pantanos les dicen espejos de agua y a las calles accesos viales. El Parque "despacha" agua (¡recurso hídrico!) hacia dos vertientes: la del Magdalena con el río Suaza y el Guarapas y la del Caquetá con el caño Agachado y la quebrada Fraguosa, que forman el río Fragua Grande. También a esta vertiente pertenece el río Pescado. La riqueza en flora también es grande; además de los robles ya nombrados, el común y el negro o morado, hay pino colombiano, laurel, aguacatillo y quina, amén de centenares de especies más. Esta última, la quina,remedio tradicional para las fiebres, constituyó una fuente importante de ingresos para los habitantes de esta región, cuando todavía no aparecía la quinina sintética.
Nos faltaba entrar a la cueva más grande, la más intacta y la más hermosa. ¿Cómo así que la más intacta? Sí. Desgraciadamente antes de la creación del Parque solían venir campesinos de la región, entraban a las cuevas y a golpes de martillo o de lo que fuera destrozaban las estalactitas para llevar recuerdos a sus casas. Así en las cuevas antes descritas no hablé de las estalactitas porque muchas están destrozadas, mochas. El daño que se hace a las figuras es prácticamente irreparable; se necesitan unos 150 años para que se forme una estructura completa de arriba abajo. Imagino que a muchos de esos depredadores les ocurrió lo que uno ve a menudo por los caminos. Personas, sobre todo mujeres, que arrancan las flores y las pretenden llevar a la casa y antes de llegar se marchitan y las tiran. Y los que ven a una persona llevando flores dicen: ¡Cómo ama la naturaleza, qué ecologista es! Nada de eso, ni amor, ni ecología, esas personas son depredadoras.
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