Mario César Otálvaro


Mario César Otálvaro
LA PATRIA | Bogotá
‘Hicimos el mejor partido del año’ dijo el técnico Flabio Torres, y lo corroboró su colega de Millonarios Juan Manuel Lillo, al indicar que ‘la sacamos barata’, haciendo referencia al empate en Bogotá, en el que el Once Caldas evidenció sus progresos, y mostró categoría.
Además el orientador español hizo una radiografía de lo que fue el partido, añadiendo a lo que calificó como una mala noche para los azules, las excelsas bondades que tuvo el equipo de Manizales en asuntos estratégicos y de forma.
Dinámico, con mucha velocidad en la salida, fueron las palabras que escogió para dimensionar la actuación de su rival, este Once Caldas que sin duda mejora en posesión de pelota, circulación, ataque por las bandas, y seguridad defensiva.
Trabajo de semana de un cuerpo técnico que se sale con la suya, que responde a la expectativa, acompasado por unas números por encima del presupuesto, pues aquí se supone que el club está en construcción, y aun así no pierde, facilitando la tarea.
Lo que no quiere decir que todo sea perfecto, ni que sea imbatible, porque defectos tiene, y muchos por corregir, pero sobre una propuesta a la que se le apostó con un hombre de reconocida labor con planteles sin grandes figuras y sobre una estructura táctica.
La más clara sensación de que se va tomando la idea se refleja en el funcionamiento atrás, con relevos, sin regalar espacios, evitando que el contrario le llegue, levantando inclusive la producción de los volantes de marca, uno de los dolores de cabeza el año pasado.
Con Hanyer Mosquera hay garantía, Marlon Piedrahita es, en opinión de quien escribe, el refuerzo más vistoso hasta el momento, las dudas persisten sobre la lateral izquierda donde no llena Obeso, y Camilo Pérez a veces sí y otras no, con un Carlos Giraldo en alza.
El lío está arriba, hace falta el goleador que no se tiene, más allá de que Edwards Jiménez en ocasiones marque, o que Patricio Pérez permanentemente se ponga en posición de remate, o a la buena pegada de afuera de José Izquierdo.
Ya se vivió frente a Patriotas, al que no se le ganó porque faltó contundencia en las varias oportunidades que se crearon, lo mismo que contra Millonarios, dándose empate en ambos casos, lo que en buen romance fueron 4 puntos que tendrían al Once Caldas en punta.
Y eso que César Arias mejoró en el Campín, y el argentino Pérez se tragó la cancha, pero es evidente que la ausencia de un atacante de peso le resta posibilidades al libreto de Torres, que entre otras se ha ido mecanizando bastante rápido.
Hay equipo, y se está afianzando, a la par con la confianza de su hinchada que se reactiva aprovechando las promociones para llenar el estadio, lo que se nota, y desnuda el desinterés planteado en el pasado por las inconsistencias de un manejo improvisado.
Positivo entonces que se sigan armando paquetes para el ingreso fácil de dos con una boleta, lo que igual tendrá límite en su momento, cuando se haya ganado credibilidad, respeto y preferencia, pero es un cabezazo valorable con el tiempo.
Esto invita a pensar en macro desde ahora porque está bien que se optimice lo que se tiene, sin exagerar, ni pretender que con una nómina coja se toque el cielo, siendo necesario mirar el hoy y el mañana, para que ese esfuerzo de todos ayude al fortalecimiento institucional.
P.D.: Vergonzoso sí, lo disciplinario de Hernández, Izquierdo y Arango, lejos todavía de ser estrellas, como si el espejo de los James, Falcao, Jackson, Cuadrado y tantos otros, no fuera suficiente para entender que solo con profesionalismo se llega al éxito, y con una vida ordenada y seria. Que feo…
Hasta la próxima…
macotal@yahoo.com
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