A pesar de que en los EEUU la cultura de invertir en acciones está implantada desde hace cerca de 40 años y que el promedio de inversores en este sector es del 50 % de la población, en Colombia estamos en pañales con un promedio que apenas supera el 8 %, pero por fortuna la tendencia de adquirir esta cultura va en aumento. En los últimos tiempos con las emisiones de acciones como la de Ecopetrol, Pacific Rubiales, Sura, Grupo Aval, Bancolombia, Davivienda, Éxito, Carvajal y otras más que fueron adquiridas por el público auguran un panorama optimista en cuanto a la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos y alternativas de inversión para el ciudadano de a pié y las empresas con excedentes de liquidez que quieren alternativas de ingreso diferentes al trabajo arduo.

También hay que celebrar la labor de los fondos de inversión, los de pensiones obligatorias y voluntarias que contribuyen mediante la promoción de estos vehículos de inversión a que la gente se salga del inocuo, obsoleto y poco rentable mundo de las inversiones del tradicional CDT, cuentas de ahorro y fiducias que apenas ayudan a compensar la inflación y que la tasa de rendimiento es tan mala que supuestamente la pueden “garantizar”

Con el nuevo sistema de pensiones administrado por fondos privados más eficientes y que tienen que ser autosuficientes, contrario a lo que ocurre con el seguro social administrado por el estado y que cada vez está más quebrado, es viable invertir en acciones a la vez que el fondo de pensión privado crece con su propia rentabilidad para que el titular obtenga su pensión a la edad que escoja.

La gente tiende a magnificar las ganancias de las acciones solo por un auge pasajero o una coyuntura de la economía sin tener en cuenta el momento de la ola en que se suben a este tipo de inversión u otros factores externos que la hacen volátil

Otro error es dejarse influenciar por personas con poca experiencia respecto a este tipo de inversiones, dado que el sector en que compren, plazo, monto y conocimiento son diferentes para cada tipo de inversionista

La impaciencia también es común en aquellos que no tienen mucho conocimiento, aunque en acciones si se trata de especular se pueden hacer operaciones en corto, es como plantar una semilla y esperar a que germine mientras se disfrutan de dividendos

No se necesita ser un experto para entrar en el campo de las inversiones diferentes a las tradicionales, basta con ser un poco inquieto y estar al tanto de la información que dan los medios de comunicación, leer sobre el tema y saberse asesorar. Desafortunadamente la mayoría busca otro tipo de entretenimiento y forma de “gastar” sus horas de asueto. Tuve la oportunidad de preguntar a un auditorio si les sonaba familiar algunos nombres de escritores dedicados al tema de la libertad financiera de los cuales se puede aprender muchísimo y que son expertos en hacer que el dinero trabaje para ellos y no ellos trabajar por el dinero. Ninguno respondió afirmativamente, así que la mala situación que viva cada uno no solo es coincidencia ni culpa del gobierno, es la sumatoria de horas mal utilizadas.

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La gente tiende a magnificar las ganancias de las acciones solo por un auge pasajero o una coyuntura de la economía sin tener en cuenta el momento de la ola en que se suben a este tipo de inversión.