Tuve la oportunidad de moderar un foro nacional sobre regalías destinadas para ciencia, tecnología e innovación en la Universidad Javeriana. La gran esperanza de este proceso es que nos pueda ayudar a cerrar las brechas entre regiones. Sin embargo, el proceso está en pañales, necesita todavía que refinen su marco de reglamentación como de operación. Sin embargo, ya hay bastantes experiencias bien interesantes en las regiones.

Quisiera resaltar que en algunas regiones, Antioquia por ejemplo, el proceso de diálogo entre las Universidades y el sector Privado ha ayudado mucho en este aspecto. Pues se han generado procesos de diálogo entre esas dos instancias y las gobernaciones muy productivos. Podríamos decir que esos escenarios de trabajo conjunto potencian decididamente los procesos y realmente se presenta una fecundidad muy interesante, que se ha traducido en los distintos proyectos que se han elaborado. De otro lado, en algunos de ellos, se han logrado focalizar los esfuerzos y se espera que tengan un impacto importante.

De otra parte, decisiones como las tomadas por la oficina para la contratación, que ratificó el sistema más flexible para contratar este tipo de proyectos, le dará celeridad para que muchos de más de un billón de pesos efectivamente se vean irrigados en las regiones prontamente. Hoy por hoy, los recursos estaban durmiendo en inversiones en el sector financiero, que si bien esos rendimientos van para los mismos fondos, era increíble que el sistema con más de un año de existencia no arrancara. Esperamos que la mayor facilidad de contratación no se convierta en una oportunidad para trampas y chanchullos.

Teníamos mucho temor con los recursos de estos fondos destinados a la formación de doctores. Conocimos la experiencia de Ceiba, que tiene experiencia en la materia y que además ha formado ya muchos doctores e investigadores. Allí irán muchos de los recursos y esperan formar en los próximos años unos 200 doctores. Parecería alta cifra, pero Chile en ese mismo período va a integrar ¡2.000 nuevos!

Vamos enderezando el camino, estamos en un proceso de construcción colectivo y se espera que los proyectos tengan un impacto decisivo. ¿Cómo se va a medir este impacto? Es muy complicado, pero es necesario evaluarlo en su momento. En los componentes donde se tienen obras de infraestructura (por ejemplo la construcción de laboratorios, etc.) será más fácil, pero ya en el campo investigativo como tal, la cuestión no será sencilla.

Luego de oír experiencias interesantes en distintas partes del país, da una conciencia sobre el gran bien que se puede hacer para bien de las regiones.