Orlando Cadavid


A dos días de la terminación del año 2013, nos atrevemos a hacerle el macabro inventario de su fúnebre trabajo, en Colombia, a la temida Señora Muerte que todo, a su paso, se lo va llevando, en desarrollo de su política de medirnos con el mismo rasero.
Doña María Pareja Segura -nombre que le impuso el destacado pintor antioqueño Ramón Vásquez- desbarató el admirable trío de longevos del periodismo al llevarse a don José Salgar, El Mono, maestro del Nobel Gabriel García Márquez, en la vieja redacción de El Espectador de la bogotana Avenida Jiménez. Sobreviven de la tripleta nonagenaria don Mike Forero Nogues y el académico don Otto Morales Benítez.
También fueron de la partida el poeta, novelista y locutor Álvaro Mutis, otro amigo del corazón del gran fabulador de Macondo, lejos de su patria, en Méjico, y el columnista Hernando Giraldo, autor de la llamada "Columna libre", a quien apodaban "el ‘Calibán’ de los descendientes de la familia de don Fidel Cano, que expiró en su pequeña finca de La Mesa, Cundinamarca.
Guadaña en mano, La Intrusa puso crespones negros en la industria radial colombiana al llevarse de este mundo a don Fernando Londoño Henao, gran timonel de Caracol; a don Willy Vargas Gómez, figura destacada de la misma cadena; a don Marco Efe Eusse, alma, corazón y músculo de RCN, y a Antonio José Caballero, el notable reportero que hizo su arribo a la cadena de los Ardila cinco años antes de que aterrizara Juan Gossain en el quinto piso de la Torre Sonora.
La Parca resolvió alzar vuelo para el mundo de lo insondable con el maestro Jairo de Fátima Varela Martínez, el chocoano que internacionalizó la salsa colombiana con su prestigioso Grupo Niche. La orquesta subsiste como homenaje al autor de temas tan populares como "Cali Pachanguero", "Buenaventura y Caney", "Nuestro sueño", "Mi Valle del Cauca", "Del puente pa’llá", "Busca por dentro", "Sin sentimiento", "Una aventura" y "Miserable", entre otros.
Después, La Siniestra cambió de ritmo y se trasladó al Cesar para arruinarle la gran parranda navideña al pueblo vallenato, llevándose al universo de los párpados cerrados a Diomedes Díaz, el polémico cantante de los aires musicales de la región del Cacique de Upar. El duelo, que fue a golpe de acordeón, duró tres días con sus noches.
El 22 de junio de 2013, seis meses antes, había fallecido en la misma ciudad caribe, el famoso compositor Leandro Díaz, el autor del mítico paseo "Matilde Lina".
La academia criolla se vistió de luto con el deceso del profesor Mario Laserna Pinzón, el fundador de la encopetada Universidad de Los Andes, quien se daba el lujo de ser el único amigo colombiano del científico Albert Einstein, el genio de la Teoría de la Relatividad Especial.
Otros óbitos de colombianos en el 2013: la actriz Lucero Galindo; el biólogo Carlos Bernardo Padilla; el escultor Sergio Olave; Luis Humberto Gómez Gallo, expresidente del Senado, y Juan David Ochoa, cofundador del temible "Cartel de Medellín".
La apostilla: La tomamos al pie de la letra del libro "Epitafios, el humor de la muerte", del gran amigo Gonzalo A. Aristizábal A.: "Reflexionar sobre la muerte no es otra cosa que reflexionar sobre la vida. Más aún en una sociedad donde la muerte vive oronda entre nosotros, donde un expresidente tiene el mismo apellido de una funeraria. Desde la Biblia o desde el Chilam Balam de Chumayel, pasando por todas las filosofías y todas las literaturas, la muerte tiene su amplio coto de caza".
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