El Consejo Privado de Competitividad en asocio con la Universidad del Rosario, presentaron recientemente el índice de competitividad departamental, que consiste en un ejercicio para medir "el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de competitividad" por departamentos. El perfil que encontraron en el Eje Cafetero es bastante interesante y bueno, los tres departamentos, Caldas, Quindío y Risaralda, están en la etapa 3 (de 4) de desarrollo. El valor del índice que arrojó fue el siguiente: Para Caldas obtuvo una puntuación general de 4,94 ocupando el puesto 4 en todo el país, Risaralda tuvo 4,64 y ocupó el puesto 6 a nivel nacional; y finalmente, Quindío obtuvo 4,24 puntos y se ubicó en el puesto 10 a nivel nacional.

Mientras se dan estos datos, una partida de diputados sin horizonte ni sentido de los apalancadores de largo plazo, comenzaron en Manizales a criticar la Zona Franca, ¡qué pesar! Este tipo de iniciativas tienen un impacto importantísimo en los desencadenadores del desarrollo; por ello, es miope, por no decir desenfocado, que estén preocupados por la rentabilidad inmediata de los recursos que el departamento ha invertido en ese proyecto. La rentabilidad social hay que medirla también, señores diputados, y esta viene con el tiempo.

Volviendo al índice, hay que indicar que está construido sobre 81 variables, articuladas en 28 subpilares y que estos a su vez se organizan en 10 subpilares. Finalmente, estos los resumen en tres factores que van creciendo en complejidad: condiciones básicas, eficiencia, y sofisticación e innovación.

En las condiciones básicas se encuentran los siguientes pilares: instituciones, infraestructura, tamaño de mercado, educación básica y media, salud y medio ambiente. En eficiencia, mide la capacidad de asignación de recursos y la existencia de capital humano calificado, por ello incluye dos pilares: educación superior y capacitación, y la eficiencia de los mercados. Por último, en el factor de sofisticación e innovación se incluyen aquellos vinculados con la capacidad de creación de valor agregado y lo miden por dos pilares: sofisticación y diversificación e innovación y dinámica empresarial.

Los resultados del Eje Cafetero están buenos. Bogotá, Antioquia, Santander, están punteando en el ranking, pero los departamentos del Eje arrojan una buena posición. Tenemos en la región muchas potencialidades de desarrollo que debemos potenciar y explotar al máximo. Y para ello es fundamental que tanto empresa privada como instituciones públicas trabajen de la mano, colaborándose mutuamente. Qué bueno que los diputados comprendieran a fondo esta estrategia, pues solamente así se podrá lograr un aprovechamiento de estas condiciones tan especiales y positivas de la región para lograr el desarrollo.

Para quienes quieran consultar el documento en su integridad: http://www.compite.com.co/site/wp-content/uploads/2013/11/CPC_IDC2013-Indice.pdf