Elizabeth Ortiz Palacio


La alimentación de un diabético es clave para controlar de manera eficaz y segura su enfermedad crónica. La dieta forma parte del tratamiento integral, junto al tratamiento farmacológico y a la actividad física regular. Además, varía según la edad, el estado (gestante), su tratamiento específico (insulina, hipoglicemiante oral) y la actividad física (tipo, ritmo y duración de ésta).
Aquí algunas recomendaciones generales:
-Alimentación fraccionada de 5 a 6 raciones al día para controlar la glicemia
-Consumo de pescados, en especial los azules, ricos en omega 3 para la protección cardiovascular
-Reducción de grasas saturadas y colesterol. Moderando el consumo de lácteos enteros y sus derivados: yogures, quesos y mantequilla, huevos, carnes (preferir las magras) y embutidos(bajos en grasas y sodio).
-Eliminar progresivamente el consumo de azúcares simples (azúcar, miel, mermelada, refrescos y bebidas azucaradas)
La fibra:
Juega un papel importante al disminuir la velocidad de absorción de los azúcares de los alimentos ingeridos, lo que evita el aumento brusco de la glicemia postprandial después de comer. La recomendación nutricional para diabéticos es una ingesta de 30 a 50 gramos de fibra dietética al día. La fibra se obtiene de:
*Verduras y hortalizas
*Leguminosas, acompañándolas de cereales. Por ejemplo: los frijoles con arroz ofrecen un aporte nutricional y adecuado para la diabetes rico en carbohidratos complejos, fuente de proteína de alta calidad y de grasas insaturadas.
*Aceite de olivas (rico en grasas monoinsaturadas y ácidos grasos poliinsaturados)
*Frutos secos: maní, nueces y almendras
*Cereales integrales:
Son alimentos integrales todos aquellos que tienen el mínimo de procesado como el pan, pastas, arroz, cereales para el desayuno. Al no ser refinados contribuyen a la reducción de los factores de riesgo cardiovascular. Los alimentos integrales concentran más fibra, vitaminas, minerales, compuestos fitoquímicos y bioactivos (con reconocidos efectos antioxidantes) que los refinados.
Frutas:
Ser prudente con la cantidad por ración a comer. Consumir con menos frecuencia aquellas que aporten de 15 a 17 gramos de carbohidratos en 100 gramos de fruta y con más frecuencia, las que aporten de 7 a 10 gramos en 100 gramos de porción. La ración media saludable de fruta oscila entre 150 a 180 gramos y un poco menos para las más calóricas de 100 a 120 gramos. Un diabético puede tomar cualquier tipo de fruta si la consume en su justa medida, sin temor a alterar la glicemia, siempre y cuando la enfermedad esté bien controlada.
Fructosa:
Es el azúcar natural más dulce. Aparte de la fruta, es obtenido del jarabe de maíz que contiene el 55% de fructosa. Se emplea como ingrediente edulcorante en alimentos procesados (bebidas azucaradas, cereales del desayuno o galletas entre otros). La ingesta de fructosa puede llevar a complicaciones metabólicas como resistencia a la insulina y un aumento de las reservas grasas en los órganos, entre ellos al hígado. Por eso se recomienda no abusar de productos que digan "apto para diabéticos" o " sin azúcar", ya que suelen tener fructosa como sustitución del azúcar.
Recuerde que la prescripción dietaria siempre debe ser individual.
*Nutricionista Dietista Clinica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora Acreditada en Diabetes
saludablearas@yahoo.com.co
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