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Las películas para niños y que nos divierten a los grandes gozan de una serie de encantos: son familiares, se transponen las ideas del mundo y cuentan con el elemento esencial de la diversión: no hay película para niños en la que uno deje de gozar, como también ofrecen un banquete de relatos diversos con drama, acción, aventuras, color y siempre en el fondo son fabulescas, es decir, cuentan con mensajes para pensar y observar cómo hemos construido nuestro mundo y cómo nos relacionamos con aquellos que nos rodean.

Cuando salió la primera versión de esta saga, una idea bastante sugestiva permitió que muchos niños con ciertas ansiedades y temores hacia los monstruos los asumieran con más naturalidad: esos monstruos no asustan, son tiernos, decía mi hijo y de repente esos monstruos engendraron en los niños mucha afabilidad, pues trabajaban en conjunto, de algún modo eran bonachones y arriesgados.

Con la nueva versión: ir a la vida de jóvenes de los monstruos, de Mike Wazowsky y Sullivan, antes de ser amigos y toparse en la universidad, el foco central es el de insistir, persistir y nunca desistir de los sueños. Y ahora, el trabajar en equipo permite que hasta los que aparentan ser los de menos, los rechazados, pongan a prueba sus habilidades y juntando sus fortalezas logren superar sus propios miedos y autorrechazos.

Si uno mira en detalle a los monstruos universitarios y consigue divertirse, lo transversal es la manera como cada cual de estos amigos extremos se conectan y consiguen lo que desean. El contexto los agrede. Un minúsculo Mike, cuyos sueños son más enormes que él y basados en su apariencia, lo más seguro es que consiga derrotas y múltiples estigmas. En cambio el otro, Sullivan, es arrogante, su fuerza dice que es el más asustador, pero se verá cómo el fuerte puede caer tan fácil. En cada uno hay mucho por aprender.

Es así como de la misma industria cultural forjadora de los moldes de superhéroes, de los fuertes como los estereotipos, de los ganadores son los únicos que triunfan, los débiles y desgarbados no tienen cabida, los malos son feos y cosas por el estilo han venido surgiendo propuestas opuestas: los malos tienen algo de buenos (Ralph el Demoledor), los débiles tienen espacio, los de menos apariencia pueden triunfar, y así sucesivamente construyen una transposición de valores.

Los monstruos universitarios dan cátedra, permiten congraciarnos con las virtudes del que es excluido: nunca desfallece ni se entrega, y por el contrario lo que puede ser una debilidad lo convierte en su potencia: insiste, se convence de que su camino aunque empedrado, no se puede dejar de recorrer. Los dos personajes nos atrapan, y como tremendos trotamundos cada experiencia le otorga la fuerza. La fábula no deja de ser como las clásicas La tortuga y la liebre, o La bella y la bestia, en fin, pero la sagacidad de este relato, es volver tiernos unos asustadores. Como dice un eslogan con el que se promociona la película: son sustos que dan gusto. El cine, como fábrica de sueños, nos ensancha el mundo y nos permite seguir soñando en otro modo de vida menos ramplón.

Las películas para niños han generado además de mucho dinero y diversión, un legado: más conciencia ambiental, una idea de solventar las dificultades y no dejarse apabullar, una creencia en el valor de la amistad y de trabajar en equipo, devuelven una confianza sobre el ser, la familia y una serie de circunstancias necesarias para vivir.

Cada vez que disfruto con mi hijo de las maravillas de Pixar, Dreamworks, Disney, Warner…, me pregunto si en medio de sus sonrisas, preguntas inquietas, sensaciones diversas, entenderá que hemos venido tejiendo un modo de crecer y fortalecernos con la pantalla grande. Por lo pronto, él se sienta conmigo no sólo en las butacas de cine, además, a escribir esta columna cuando son películas que compartimos juntos.

* Docente universitario y periodista

Ficha técnica

Año, país, duración: 2013, Estados Unidos, 102 minutos.

Director: Dan Scanlon

Guión: Robert L. Baird, Daniel Gerson, Dan Scanlon (Personajes: Andrew Stanton, Pete Docter)

Música: Randy Newman

Productora: Pixar Animation Studios / Walt Disney Pictures

Género: Animación. Fantástico. Comedia | Monstruos. Colegios & Universidad. Precuela. 3-D

Web: http://www.pixar.com/features_films/Monsters-University

D E S T A C A D O

Las películas para niños han generado además de mucho dinero y diversión, un legado: más conciencia ambiental, una idea de solventar las dificultades y no dejarse apabullar, una creencia en el valor de la amistad y de trabajar en equipo