Cáncer es una palabra que despierta varias reacciones, entre las cuales se distinguen cinco en un primer plano: negación, incertidumbre, temor, resignación y actitud positiva. Ellas indican las etapas a las que se enfrenta un paciente al que se le ha diagnosticado esta enfermedad, o que la tiene un familiar allegado o un amigo.

Sin embargo, habría que escribir de largo para desentrañar todas las sensaciones que provocan en una persona la mención o presencia de esta complicada lesión. Existen varios tipos de ellas de muy fácil diagnóstico, y de simple abordaje que no implican recorte en la esperanza de vida ni en la calidad de ella, incluyendo las discapacidades.

Muchas frases se han expresado y repetido sobre el cáncer, pero la más impactante es aquella que se refiere a que nadie está exento de la probabilidad de padecerlo durante el trayecto de su vida, y se afirma adicionalmente que como consecuencia del devenir biológico de las personas, entre más edad las posibilidades de tener una lesión cancerosa se hacen más altas.

Es indudable que el cáncer tiene diferentes connotaciones según sea la región del planeta en donde se halle el paciente, inclusive dentro de un territorio subcontinental pueden existir variaciones para la susceptibilidad al tipo de tumor y las respuestas de las instituciones de salud ante la Prevención de la Enfermedad y la Promoción de la Salud.

En el reciente Informe Mundial sobre el Cáncer del 2014, de la Organización Mundial de la Salud, las cifras que se presentan con referencia al 2012, inducen a un análisis de las enfermedades agrupadas bajo este tópico, por quienes están vinculados al gobierno; legisladores; Entidades Promotoras de Salud, EPS; Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, IPS; organismos de vigilancia y control, además las comunidades a través de sus representantes en las juntas y comités reglamentados. Lo primero, como se conoce de siempre, y que debe ser recordado, indica que los tumores malignos no ocupan los primeros lugares entre las causas por las cuales se enferman las personas.

¿Hasta cuándo sucederá este hecho? Los cálculos epidemiológicos indican que pasarán varias centurias para que estos padecimientos ocupen el primer lugar en cuanto a morbilidad, enfermarse, y mortalidad específica mediante dos mecanismos: Inicialmente, que las que ocupan los primeros lugares sean controladas o erradicadas, así pasó con las infecciones. Secundariamente, que las condiciones de las personas faciliten el mayor origen de los tumores malignos.

Afortunadamente cáncer no es siempre igual a muerte, como tampoco es equivalente a mutilación e invalidez. Para llegar a ello es necesario controlar los factores de riesgo para cada tumor como: infecciones, tabaco, factores hormonales, exceso de alcohol, dietas inadecuadas, vida sedentaria, ocupación, radiaciones, polución de agua y tierra, medicamentos y productos químicos. Todo debe estar enmarcado en una vida saludable y estar atento al diagnóstico precoz, por ahora en los tumores que tienen accesibilidad a estos procedimientos, y someterse a un tratamiento oportuno, situación en la actualidad muy compleja en Colombia.

Los datos indican que en el planeta el número de casos nuevos de cáncer, en ambos sexos en el 2012, fueron 14.090.149. En el período 2008-20012 se presentaron 32.544.633. Los más frecuentes en hombres en el 2012: pulmón, próstata, colon-recto y gástrico. En el mismo período en mujeres los más comunes que se diagnosticaron: mama, colon-recto, pulmón y cuello uterino. No muy diferente a Colombia.

La mortalidad por cáncer en el 2012 fue de 8.291.0930. Aparece hígado y desaparece próstata en hombres, en mujeres emerge estómago. Observados bajo otra dimensión poblacional se revela en América Latina y el Caribe que por cada 100 mil habitantes existieron 80 pacientes con tumores de pulmón; 50 de colon y recto y 40 de próstata.

El cáncer puede ser combatido con la autodeterminación de las personas, la calidad de los servicios de salud y la eficacia de los programas educativos. No hay justificación para evadir las pruebas de detección temprana del cáncer.