El corre corre del día a día hace que el estrés sea parte de la vida diaria y aunque algunos se adaptan y le sacan provecho, otros sucumben afectando su calidad de vida y su estado nutricional.

Mediante la alimentación, si esta es inadecuada , el estrés perjudica cuerpo y mente de quien lo enfrenta, ocasionando un aumento en las necesidades que requiere de nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales.

Para comprender por qué es imprescindible nutrirse bien en los momentos de estrés es importante reconocer cómo responde el cuerpo a este fenómeno.

Cada ser humano es único y por ende su respuesta ante similares estímulos varía. Un estrés agudo se presenta en el organismo cuando hay infecciones, quemaduras, heridas, cirugías, fracturas y otras patologías, lo mismo que trastornos emocionales súbitos. También influye en las necesidades nutricionales afectando el sistema inmunitario y reduciendo su efectividad.

Al causar aumento en las necesidades nutricionales encontramos algunas personas que presentan trastorno del apetito como son los "comedores compulsivos" y los hay, que viviendo esta situación dejan de comer propiciando con ello un deterioro del organismo, siendo mas susceptible a enfermedades que generan una mayor necesidad de nutrientes.

El método fundamental para enfrentar el estrés es reconocer qué alimentos nos llevan a él.

Entre ellos esta el consumo excesivo de sal, salsas, bebidas alcohólicas, tabaco, alimentos con alto contenido de azúcares simples, grasa saturada y carnes grasas; lo mismo que el desorden de horarios, entre ellos no desayunar, comer por las noches grandes cantidades o abundante líquido que pueden alterar el sueño.

Miremos cómo se nutre el sistema nervioso:

* Necesitamos las proteínas (alimentos constructores: leche y sus derivados, carnes y sus derivados, leguminosas entre ellas frijoles).

* Todas estas proteínas nos aportan aminoácidos, relacionados con la sensación de bienestar y de efectos depresivos, ademas de las proteínas ciertas grasas poliinsaturadas trabajan similar como los chocolates.

* Las vitaminas del complejo B contenidas en frutas y verduras de color verde, blanco o trasparente tienen un efecto antioxidante y combaten los radicales libres.

Para consumir una alimentación antiestrés tenga en cuenta:

* Azúcares no refinados.

* Controlar la ingesta de las grasas.

* Revisar el aspecto cualitativo tanto de frescura y conservación que determinan su contenido nutricional. En especial las frutas y verduras que contienen vitaminas y minerales que con frecuencia se ven destruidas por la cocción prolongada.

* Hidratación adecuada.

* Consumir la última comida del día, dos o tres horas antes de irse a la cama.

* Ojo con reducir tanto el consumo que lleve al desbalance de carbohidratos, vitaminas y minerales y recuerde que estos participan en el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Tenga en cuenta lo siguiente: para tener la información apropiada a su perfil individual consulte a un profesional de la salud.

* Nutricionista Dietista Clínica Universidad Nacional de Colombia y Educadora acreditada en diabetes.

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