Elizabeth Ortiz Palacio


La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lo celebrará el 16 de octubre con el tema "Sistemas Alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la Nutrición", con el fin de ayudar a incrementar la comprensión de los problemas y soluciones en la lucha contra el hambre.
Cerca de 876 millones de personas en el mundo sufren desnutrición crónica. Los modelos insostenibles de desarrollo están, en algunos casos, degradando el medio ambiente natural, amenazando los ecosistemas y la biodiversidad, que serán necesarios para nuestro abastecimiento futuro de alimentos.
Un sistema de alimentos está formado por el entorno, las personas, las instituciones y los procesos de producción y distribución de los productos agrícolas. Todos estos aspectos influyen en la disponibilidad y accesibilidad final de los alimentos variados y nutritivos, así como en la capacidad de los consumidores de elegir una alimentación saludable.
Para hacer frente contra la malnutrición se requieren medidas integrales e intervenciones complementarias en la agricultura y el sistema alimentario, en la ordenación de los recursos naturales, en la sanidad pública y la educación. El día mundial de la alimentación es una oportunidad para plantearnos como podemos contribuir.
Este año también se ha denominado año internacional de la quinua, que ha sido desde tiempos milenarios fuente de alimento de alto valor, considerada por los pueblos nativos como "grano de oro" por sus bondades nutricionales y alimentarias, por su diversidad genética, su capacidad de adaptación a diversas condiciones agrodinámicas y por el aporte cultural y socio económico que hace su entorno local.
Además, reúne diversos actores. Involucrando pequeños agricultores, empresarios agrícolas, cocineros, artesanos, científicos y planificadores. Todos involucrados en su desarrollo, no solo como un cultivo o producto, sino encajando en un sistema alimentario sostenible, porque cada elemento está interconectado para que la planta se transforme en un alimento disponible y asequible para todos y facilitando que el producto llegue al consumidor de una manera eficiente e inocua.
El manejo del cultivo, la planificación de la producción y procesamiento, el conocimiento de los productores, la participación de los sectores privado y público vinculados con valores culturales y ancestrales, hacen de la quinua un sistema de producción sostenible que ha perdurado por más de 5.000 años.
En todo el proceso del sistema alimentario se desarrollan buenas prácticas que involucran aspectos sociales, económicos y ambientales. De esta manera, los productores organizados en asociaciones comunitarias o ccoperativas agrícolas han estado sembrando la quinua de manera responsable con el ambiente, cosechando grano para la alimentación de su familia y para la generación de ingresos obteniendo bienestar y trabajo digno.
Otros actores intervienen en la transformación del grano de la quinua en el producto inocuo que llega al consumidor, que se beneficiará de un alimento completamente saludable. Este proceso es un conocimiento transmitido de generación en generación.
Actualmente se está haciendo todo lo posible para garantizar que el cultivo mantenga su alta calidad a pesar de los retos emergentes que conlleva el incremento de la demanda. Finalmente la quinua es una aliada en la lucha contra el hambre, con el potencial de ser un aporte esencial a programas nacionales de seguridad alimentaria y nutricional.
Nutricionista Dietista Clínica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora acreditada en Diabetes
saludablearas@yahoo.com.co
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015