Me pareció interesante darte a conocer, sobre todo en esta época del año en que la abstinencia taurina tanto de espectáculos como de información nacional hace presa en nuestras ávidas ansias por vivir los toros, un comentario dirigido al ganadero de Dosgutiérrez que se publicó en un portal español a principios del año, escrito por un periodista de igual nacionalidad quien es asiduo visitante y fiel admirador de la Feria de Manizales. Dicha crónica se refiere a la corrida de toros presentada durante la feria por la mencionada dehesa y que mereció muchas críticas de la gente del toro, más que de la prensa especializada, especialmente el burel de nombre "Organista", comentarios que fueron poco favorables a la ganadería, por decirlo generosamente.

El objeto de reproducir apartes de la publicación que menciono no es el de ser casuista sino más bien el de hacerte ver, por enésima vez, algo que de siempre he sostenido y es que la fiesta de los toros tiene diversos matices, distintas formas, incontables acercamientos que a su vez permiten ver, sentir, analizar, juzgar y disfrutar o padecer las cosas "del toro" según las apetencias de cada cual; lo anterior a su vez conduce a la posibilidad de manejar diferentes puntos de vista y opiniones y es por estas trascendentales razones, pilares de la fiesta, que no debemos privar al público aficionado de las opciones que presenta la pluralidad inherente al espectáculo. Los toros son un evento ecuménico; cada cual paga para ver las reses o los toreros de su personal predilección. Y si lo que les ofrecen no les gusta, pues no van. Pocos noveleros quedan ya en las plazas de toros. Pero vamos a lo ofrecido; la nota dice así:

"Admirado Dr. Jorge Gutiérrez: Debo manifestarle mi total apoyo, admiración y solidaridad ante la extraordinaria corrida de toros que lidió el pasado miércoles 09.01.2013 en la plaza Monumental de Manizales, corrida no solo inolvidable sino que marcará un hito en la actual degenerada tauromaquia. Rescató Vd. con la bravura y casta de sus toros la verdadera corrida de toros, especialmente con el ejemplar lidiado en 7° lugar, n° 88 de nombre "Organista" de 440 Kg. Debería haber hecho entender a muchos de los que estaban en la plaza, porque Pedro Romero, Desperdicios, Pepe Hillo, El Espartero, Lagartijo, Frascuelo, Joselito "El Gallo", Juan Belmonte, Rafael "El Gallo", Cagancho, y quizá algunos muchos que me dejo en el tintero, han pasado de ser héroes de su tiempo a mitos eternos, porque quedó claro que son mitos para toda la eternidad por enfrentarse tarde tras tarde, corrida tras corrida a toros como "Organista" que Vd. con su sapiencia y buen criterio supo criar. El público acostumbrado a la degenerada tauromaquia moderna se sorprendió ante el torrente de bravura y casta de su encierro en general, y muy en especial de "Organista". Se dividió en cuatro partes. Unos aplaudieron y gritaron toro, toro, entre ellos estaba yo con lágrimas en los ojos, cuando "Organista", como un cónsul romano, regresaba rebosante de orgullo y soberbia -bien merecida- a los corrales tras haber ganado no solo la batalla sino, la guerra. Otros lo abroncaban y decían que toros así eran intoreables (pobres ignorantes). Otros aplaudían y pedían que saliera a saludar el diestro que no pudo matarlo… Mientras rejoneaba Willy Rodríguez al último de la tarde, se dijo que "Organista" había sido un toro asesino, un toro homicida... Esto a Vd., hombre integro y bueno donde los haya, le tocó el corazón se lo perforó como dardo envenenado. No podía ni imaginar que un ganadero idealista y sacrificado que ha sufrido lo insufrible para permanecer fiel a sus ideas, pasara a la historia como un vil criador de asesinos... Tengo una orla con cuatro nombres de ganaderos en mi mente y pronto en la pared de mi estudio, estos son por orden alfabético son: D. Fernando Cuadri de España, Dr. Jorge Gutiérrez de Colombia, D. Fernando Palha de Portugal y D. Fermín Sáenz de Santamaría de Colombia…". Firma: Carlos Carbonell Viladrich.

Como ves mi querido Juan José lo que para los modernos fue un fracaso, para los aficionados ortodoxos, también llamados de hueso colorado, fue admirable.

Cada cual opina, siente, interpreta y defiende lo suyo. Y todos respetan. ¡Larga vida a esta fiesta!

Recibe un abrazo de tu amigo. El Fraile.