Andrés Hurtado


Un bello puente de madera, típico de estas regiones del sur del Huila, marca el fin del largo descenso. Estamos en la quebrada La Cascajosa. Allí encontramos un grupo de mariposas de color negro y rojo chupando algo en la tierra. A las mariposas y a las abejas y avispas les fascina el ácido úrico. Mirando con cuidado vimos que chupaban en los excrementos sólidos humedecidos por la orina de un caballo. En los recorridos por los bosques y en especial por la selva húmeda tropical se encuentran a menudo grupos muy numerosos de mariposas chupando del suelo; suele ser que allí ha orinado algún mamífero de la selva, y, para el caso, los hombres nos encontramos en ese grupo. En una ocasión al salir de la carpa vimos en el sitio donde uno de los compañeros había orinado la noche anterior unas mariposas muy bellas y las pudimos fotografiar. Cuando en las travesías de selva llegamos a un río y decidimos bañarnos, al despojarnos de la ropa y colgarla de un árbol, inmediatamente llegan por montones las mariposas y sobre todo las avispas a chupar el ácido úrico.
Pasado el puente se inicia el largo ascenso hacia las instalaciones del Parque. El camino es muy hermoso, totalmente sombreado por el bosque.
En partes el camino es de tierra y en otras, ya más arriba, avanza sobre troncos colocados transversalmente. Hay tramos en los cuales los taludes alcanzan dos metros y las paredes de tierra están cubiertas de musgos y de hongos. A lo largo del camino existen vallas en madera con textos que hablan de la flora, la fauna y del respeto a la Naturaleza.
El Parque mide 9.000 hectáreas (90 kilómetros cuadrados ), pertenece a los municipios de Acevedo (Huila) y de San José de Fragua (Caquetá) y su territorio se ubica entre los 1.650 metros sobre el nivel del mar y los 2.800; en esta altura ya existe aquí ecosistema de páramo. Ya dijimos que fue el primer Parque Natural nacional creado en Colombia y ello ocurrió en 1960.
Antes de la llegada de Colón los indios habitaban en las cuevas y durante la conquista los guerreros perseguidos por los españoles se refugiaron en estas cavernas. La algarabía infernal que forman los guácharos no es otra cosa que los lamentos de los guerreros. Tal es la leyenda.
El río Suaza y sus afluentes son los "responsables" de la formación de las cuevas, las cascadas y los laberintos, que constituyen los más bellos encantos del Parque. Acciones químicas y mecánicas propiciadas por los ríos son las creadoras de estos accidentes La acción química corresponde al fenómeno kárstico. Se trata del carbonato de calcio que por la acción del agua se va disolviendo y formando las estalactitas, las estalagmitas y las numerosas figuras de las cuevas. La acción mecánica es la fuerza del río que socava las rocas calcáreas y las va descomponiendo. Todos estos cursos de agua confluyen en el río Suaza, que al salir del Parque y buscar su destino en el río Magdalena forma el valle de Suaza, que es para mí uno de los valles más hermosos de Colombia. En el departamento del Huila hay dos valles que llevo grabados en mi alma por su impresionante belleza; uno es este del Suaza y otro, muy pequeño, encerrado entre bosques y montañas, se encuentra en el camino de subida a la Laguna del nacimiento del río Magdalena, partiendo de Quinchana. Este vallecito se encuentra en la vereda de San Antonio. Allí el río Magdalena, (Yuma llamado por los indígenas) es todavía un río en pañales y acaba de desprenderse de la laguna que le da origen.
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