Escarbando en mi mesa de noche me encontré con la tarjeta inteligente del TIM (Transporte Integrado de Manizales). Me costó 10 mil pesos -con la carga- y la conseguí antes de que se las feriaran en los locales de Susuerte en marzo del 2010. Hoy es una cosa inútil, pero en su momento decenas de ciudadanos se tomaron las calles y vandalizaron los locales de chance para hacerse a una de esas láminas de PVC.

Los ciudadanos protestaron porque el Sistema Estratégico de Transporte Público que se iba a implementar en Manizales estaba "improvisado", no se había socializado adecuadamente y se impuso porque al entonces alcalde Juan Manuel Llano le dio el capricho, a pesar de que las recomendaciones eran que la migración a las tarjetas inteligentes y a las nuevas rutas de buses se hiciera de manera gradual.

Algunos empleados de las empresas de buses bloquearon algunas calles. En otras quemaron llantas. Hubo desórdenes, se dañaron equipos que en su momento costaron 8 mil millones de pesos, y por dos días la ciudad fue un caos. Fue un bochinche que, una vez pasó a las autoridades, no trascendió. Se diluyó en trámites, investigaciones, sanciones, fallos... esta semana los representantes de los transportadores estuvieron en un foro organizado por este periódico en el que aseguran que es imposible operar el TIM como está concebido. Proponen más estudios -¡mas estudios!- a algo que está sobrediagnosticado y cuyo modelo opera en otras ciudades sin mayores inconvenientes.

Los grandes problemas de esta ciudad terminan así, como en nada. Como en que se hizo bulla y se jodieron a algunas personas poderosas por un rato y ya. En una bobada.

Hace un año estuvimos 17 días sin agua por culpa de un derrumbe en la Planta de Tratamiento Luis Prieto. Hubo protestas y también se bloquearon calles. Hasta secuestraron un carro de bomberos. ¿Y?

En la investigación se encontró que Aguas de Manizales tenía parte de la culpa por no tener un sistema eficiente para atender las peticiones, quejas y recursos de los ciudadanos ni para dar respuestas a los mismos. Por ello, la Superservicios les impuso una sanción de mil 100 millones de pesos. ¿Y eso cómo nos beneficia a los ciudadanos? ¿Será que Aguas transfiere la multa a nuestros recibos?

Hace un año se vino una ladera en el barrio Cervantes, mató a 48 personas y destruyó 14 casas. La peor tragedia en los 163 años de historia de Manizales. Se prometieron subsidios, solidaridad y establecer prontas responsabilidades por el hecho. Hoy todo está en un pleito con solución distante y ni siquiera un drama de semejante magnitud parece haber sacudido el sistema local.

Y en Caldas se volvieron a robar la Industria Licorera de Caldas, tenemos a su exgerente Carlos Arturo Fehó prófugo, y ahora se nombra a Patricia Elena Cárdenas Atehortúa como nueva gerente. Ella, que fue secretaria de Hacienda del departamento bajo el mandato del destituido e inhabilitado Mario Aristizábal por el escándalo del chance, debió conocer los manejos de la ILC durante el período de Fehó. A pesar de las denuncias que se hicieron en su momento, no recuerdo acciones o medidas de esta señora para frenar los actos de corrupción que allí se llevaban a cabo.

Revisando archivos y artículos de LA PATRIA sobre estos temas y otros escándalos, encuentro que hay nombres y cargos que se repiten. Como si no hubiera más líderes en este pueblo. Siendo así, las juntas directivas de esta ciudad terminan siendo un centro de endogamia perverso. Los mismos con las mismas, se rotan, se manosean, se protegen.

Ya entiendo por qué sus proyectos, que pintan ambiciosos, terminan siendo como cuando hay relaciones entre hermanos y primos: bobos e inútiles. Como la tarjeta que tengo guardada en la mesa de noche como recordatorio de que en esta ciudad los grandes problemas no trascienden porque no los entendemos como son. Por bobos.