Los rankings dicen mucho en una óptica numérica y un tanto competitiva, pero aún sin ser frenéticos seguidores de los mismos, arrojan también ciertas tendencias que es bueno mirarlas con detenimiento, pues pueden servir para la toma de decisiones.

Esta semana se publicó una interesante encuesta con líderes de distintos sectores y frente a la pregunta sobre los mejores congresistas, salió el dirigente Jorge Enrique Robledo en la cabeza y muy lejos de los demás nominados. Es, pues, muestra del liderazgo legislativo de este senador del Polo Democrático que pasó de profesor y dirigente social a un excelente parlamentario. Qué bueno que Jorge Enrique esté sacando la cara por Caldas y por la buena clase política. Puede uno no estar de acuerdo con las materias concretas de discusión o con su género literario a veces un tanto catastrófico; pero en lo que sí se puede estar de acuerdo es que es un excelente parlamentario.

Otro ranking que me llegó, extraoficialmente fue el de los resultados simples de los exámenes del ICFES. Allí Caldas y Manizales no salen tan bien como en la política. En concreto, en este primer borrador de ranking, aparece el primer colegio de Manizales en el puesto 65 a nivel nacional se trata del Colegio Granadino, luego viene el San Luis en el 161, después aparece el Gimnasio Horizontes 182, más allá encontramos al Semenor en el 234, navegando más profundamente nos topamos con el colegio Mayor de Nuestra Señora en el puesto 272, finalmente, encontramos al Liceo Arquidiocesano en el 282, en los primeros trescientos puestos. Por curiosidad busqué el otrora famoso Instituto Universitario, y lo encontré, luego de bajar mucho el cursor en la hoja de cálculo en que están los datos…, en el puesto 1.454, creo que es el primero colegio oficial de Manizales propiamente dicho, pues el Redentorista aparece allí como público y está en el puesto 886. Realmente podrían ser mejores los resultados. Además, la educación pública sigue muy regular comparativamente. En este campo tenemos que crecer mucho, con una alianza de mejoramiento continuo y de comunicación entre los planteles para sistematizar prácticas exitosas y ganar en ayuda mutua entre las instituciones. Un análisis de las fortalezas y debilidades en el campo educativo puede servir para diseñar políticas bien focalizadas que busquen transformar la realidad.

Cuando se leen los rankings hay posiciones muy diversas, unas personas niegan la realidad que arrojan los datos, otros aceptándolas las relativizan con ideas y sofismas para no asumir los retos de los cambios a introducir; otros aún viendo su pertinencia no asumen el control de la historia; finalmente, hay otros que asumen los cambios que se coligen. Esperemos que seamos de este último grupo para ayudar al mejoramiento de la educación.