Luis F. Gómez


Se termina el 2015 y nos deja unos retos muy grandes.
La inflación que considerábamos que se tenía bajo control en las franjas que anualmente señalaba la junta directiva del Banco de la República, se salió de cauce, cerrará por encima del 6%. Si bien continúa siendo baja relativamente, es necesario que la volvamos a poner en cintura. La inflación se convierte en un golpe muy duro para todos aquellos que viven de ingresos más o menos fijos, como los asalariados y pensionados. Una inflación bien regulada le da a la economía mucha estabilidad y atracción para la inversión.
Las exportaciones han sufrido por la caída de los precios del petróleo y de otros de los minerales que vendemos al exterior. Pero a su vez, la devaluación, que fue alta en 2015, le brindó competitividad a los productos nacionales en los mercados internacionales. Pero no obstante de tener muchas puertas abiertas a través de los acuerdos de libre comercio y la tasa de cambio competitiva, las exportaciones diferentes a petróleo y minerales no respondieron todo lo esperado. Un análisis rápido del asunto muestra que el balón continúa en el campo de los empresarios. Les ha faltado mucha acción y acción certera en los mercados para conquistarlos. De otra parte, mientras no nos integremos a las cadenas productivas en el contexto internacional será muy difícil que de la noche a la mañana los mercados nos abran sus puertas. Esto quiere decir, que el ministerio de Comercio Exterior de la mano con los gremios y empresarios por sectores debe establecer una senda mucho más afinada para nuestra inserción en los mercados extranjeros. Los tratados de libre comercio no han sido suficientes y la verdad es que por el lado de las importaciones sí nos han afectado, sin tener la contrapartida de nuestras exportaciones, es decir, nos quedamos con los costos y sin los beneficios de los famosos TLC.
La creación del sistema de créditos beca para la educación superior por medio del programa Ser Pilo Paga, para 10 mil estudiantes con buen desempeño académico en las pruebas Saber 11 y pertenecientes al Sisbén, ha sido un éxito rotundo, es una de las políticas más importantes de inclusión social y de movilidad social que se haya visto en el país. El reto que nos queda es cómo aumentar la cobertura de este programa y apoyar los estudios técnicos y tecnológicos que tanto necesita el aparato productivo colombiano. El Sena no está dando abasto y muchos estudiantes se están quedando por fuera de la “educación terciaria”.
Finalmente, a nivel de la salud, la crisis del sector no termina de sanarse, si bien se puso fin a los abusos de algunos laboratorios con el control a los precios de los medicamentos, las decisiones de la Corte Constitucional sobre la cobertura del Plan Obligatorio dieron mucha igualdad al sistema, y la mano firme frente a entidades inescrupulosas, son buenas noticias, falta mucho todavía para darle sostenibilidad al sistema de salud en el país. Los hospitales siguen en crisis, las EPS que han sido intervenidas muestran también que ha habido fallas en el control y vigilancia de ellas. La política pública se tiene bien enfocada pero requiere profundizarse y financiarse.
Estos son algunos de los retos que nos deja el 2015, que unido al de la firma del acuerdo paz, llenan buena parte de la agenda del 2016. ¡Un feliz año nuevo!
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