Luis F. Gómez


Muchas personas dudan del proyecto de Aerocafé. Y por ello es fundamental que se dé un debate a fondo sobre este proyecto que ha sido prioridad de la dirigencia del departamento y de la ciudad. No es racional ni oportuno que se continúe sin que se haga un análisis técnico y regional en profundidad del asunto. Si bien existen muchas razones, como las que a principio de año escribía el ingeniero Gonzalo Duque: la convergencia, el desarrollo, la competitividad, entre otras. Pero hay también muchas preguntas.
Hay dudas de las obras que serían necesarias para construir una pista de las características que se han planteado. Y esto está relacionado fundamentalmente con la construcción de los terraplenes que son necesarios para sostener la obra. Una obra que pasa de 258 mil millones de pesos al doble, deja en claro que había problemas muy severos en los estudios preliminares y el proyecto inicial. Trabajar sobre cenizas volcánicas parece que ha complicado extremadamente las condiciones. Pero más que ello, también se ha sufrido de los males de la improvisación y hasta se han dado investigaciones por cuestiones ya más graves de manejo. La posición del Director Nacional de Planeación, quien solicita la claridad de los estudios, como bien lo dijo recientemente, no se trata de "caramelear" a Caldas, sino de poner las ideas claras y distintas. De otra parte, hay que ser realistas frente a los recursos faltantes, tanto para la ejecución por etapas del proyecto, que comenzaría con una pista de 1.400 metros, con la posibilidad de ampliar hasta los 3.600.
Pero adicionalmente al problema constructivo, hay también algunas voces que critican seriamente el proyecto desde una mirada regional. Plantean que la construcción de trenes rápidos en la región podría permitir que el aeropuerto regional fuera ubicado en un sitio de más fácil construcción. Y que se generaría un excedente para impactar la región con un moderno sistema de transporte entre las principales ciudades del Eje Cafetero. Así, las cosas, las razones de impacto que plantea Duque se potenciarían con una mirada más regional.
El debate sobre el proyecto requiere una dosis de mucha seriedad, qué bueno que las universidades de Manizales se pusieran la camiseta y apoyaran el análisis. Más que la cita con el presidente Santos, lo que requiere el Aerocafé es que se demuestre con claridad la viabilidad del proyecto. El problema no está en si el señor presidente cumple o no con su palabra, así lo han dicho los altos funcionarios. El problema no es político, sino técnico; menos parlamentarios y más expertos es lo que requiere el Aerocafé.
Ya se ha hecho una inversión cercana a los 200 mil millones de pesos, viendo el proyecto hacia adelante, con lo que llaman los costos diferenciales es que se debe hacer la estructuración financiera y analizar la viabilidad del proyecto ponderando su impacto regional. ¿Darán las cifras?
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015