Los datos sobre movilidad social que presentó el DANE dan cuenta de un importante logro de la política de focalización del gasto público social en los últimos años. En efecto, las personas que están clasificadas como pobres, según el indicador multimodal, se han reducido en el país. Y con ello el crecimiento de la clase media ha sido también una realidad. 
El principal reto para el país es lograr que ese 39% de la población que es “clase media emergente” se estabilice como clase media y no regrese a su anterior situación: la pobreza. Si bien la reducción de la pobreza se ha debido principalmente al crecimiento económico del país en los últimos diez años y al gasto público que se ha focalizado mediante distintos programas en los pobres. Programas como Familias en acción, Vivienda gratis y Mi casa ya, Ser pilo paga, Colombia mayor, De cero a siempre, han ayudado a cerrar en algo la brecha entre ricos y pobres en el país y más particularmente para reducir la pobreza. La gran virtud que tienen estos programas es que están enfocados a apoyar la demanda de estas familias para que puedan acceder a bienes y servicios que de otra forma no tendrían la capacidad de llegar a usufructuar. Pero a su vez dichos programas tienen una limitación: Dependen del presupuesto nacional. Financiar todos estos programas en un contexto de ingresos del Estado con petróleo a más de 80 dólares era relativamente sencillo para el caso colombiano. Sin embargo, para una realidad de precios menores de 30 dólares por barril de petróleo, la cuestión no es tan sencilla por el descuadre de las cifras fiscales. En esta situación, es clave que el Gobierno pueda mantener las ayudas y en particular ciertos subsidios, especialmente aquellos que generan nuevas capacidades como el de estudio universitario para los pilos, pues ello asegura en un largo plazo que los mismos beneficiarios de hoy hagan un aporte cualificado para el desarrollo del país en el mañana.
Para el país la reducción de la pobreza es una meta urgente y debe aunar los esfuerzos de las agencias estatales y del sector privado. Es la manera de darle estabilidad social a la democracia colombiana. Que un 70% de la población sea clasificada como clase media en el país es una excelente noticia. 
A su vez, a nivel latinoamericano, Colombia y Perú son los países que mejor desempeño han tenido en la reducción de la desigualdad y en concreto en la reducción de la pobreza. Todo ello le da al continente una dinámica muy positiva de movilidad social que le irá cambiando la cara a esta región del mundo. 
La meta que el país debe colocarse es reducir ese restante 20% de la población que todavía vive en medio de la pobreza. Esta cruzada contra la pobreza debe ser una bandera nacional. Un reto que se asuma entre todos. Solo así se logrará aunar los esfuerzos que se requieren para hacer ese tránsito hacia un país sin pobreza.