Cristóbal Trujillo Ramírez


Se encuentra en curso una nueva convocatoria del Gobierno Nacional para cubrir, al amparo del Decreto 1278 de 2002, más de 20.000 plazas docentes en las escuelas públicas de Colombia. Lamentablemente, pasan y pasan los años y ni el Ministerio de Educación Nacional (MEN) ni la Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC) atienden los múltiples clamores de las facultades de educación, las escuelas normales superiores, las asociaciones académicas, los sindicatos y la voz autorizada de la comunidad académica internacional, relacionados con los álgidos reparos que tiene este sistema de selección y enganche para la carrera docente, pues afecta significativamente los intereses de la escuela y menoscaba los derechos del aprendizaje de nuestros niños y jóvenes.
Llevamos más de una década incorporando maestros y directivos por medio de un sistema que hoy alcanza el 45% del total de la nómina docente, y la cifra de incorporados asciende a 144.255 de un total de320.043 maestros. Luego de surtida esta nueva convocatoria, la cifra de docentes y directivos del régimen 1278 se ubicará en el umbral del 51%. Con estas cifras pretendo significar que si el Gobierno Nacional hubiese sido asertivo en el diseño de los instrumentos y estrategias de selección, hoy estaríamos ante una nueva realidad de la educación colombiana. Pero no es así, sencillamente porque este sistema carece de pertinencia y ponderación de factores que son determinantes en el perfilamiento profesional de un maestro; aspectos como la formación disciplinar, la experiencia docente, su formación pedagógica, su vocación y su arraigo cultural siguen careciendo de importancia, y no solo no son ponderados para aquellos que los poseen, sino que además poco o nada importa si un aspirante no los posee.
La prueba sigue estando diseñada para que aquellos que poseen formación disciplinar matemática la aprueben, pero aquellos que por su especialidad disciplinar no dominan el mundo de los números difícilmente la superan, y además, dicho sea de paso, es eliminatoria, ya que quienes no alcancen a superar el tope mínimo son excluidos y no pueden continuar el proceso. Son tales las falencias de este mecanismo que la propia ministra de Educación intentó que fuera el mismo MEN el que asumiera esta responsabilidad, pero no fue posible, porque la Sentencia C-175 de la Corte Constitucional determinó que la administración del ingreso a la carrera docente es competencia de la CNSC.
Desafortunadamente, el Gobierno Nacional sigue pregonando que por medio de este sistema se están incorporando “los mejores maestros a las escuelas de Colombia”, afirmación que no validamos totalmente en los escenarios del aula aquellos que habitamos diariamente los claustros escolares, porque en muchísimos casos es lamentable, preocupante y desesperanzador evidenciar el precario desempeño de docentes incorporados como los mejores. Una cosa es aprobar el concurso y otra, bien distinta, ser los mejores. Quienes habitamos permanentemente los ambientes escolares y convivimos con sus angustias y esperanzas, somos testigos excepcionales de esta realidad.
Debo anotar dos asuntos que son absolutamente ciertos: por un lado, existen en la nueva incorporación de docentes, maestros y directivos de excelente perfil y que en buena hora han llegado a refundar la nueva escuela que necesita Colombia, para ellos mi consideración y mi aliento; así mismo, no se puede leer esta posición como una defensa a ultranza de los maestros del anterior régimen, pues estoy plenamente consciente de que en este grupo hay un buen número que ya exhiben las huellas de una carrera fatigosa y que no responden ciertamente con su desempeño a los requerimientos de la escuela actual.
Finalmente, todos tenemos claro que el relevo es necesario, eminente y avanza a ritmo acelerado. Sin embargo, llevamos más de diez años advirtiendo que no se ha adoptado un sistema de selección y vinculación a la carrera docente que efectivamente entregue a las escuelas de Colombia maestros de vocación, formación y dedicación, que sientan pasión por la escuela y hagan de su oficio la tarea de ser felices y hacer felices a los demás.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015