Manizales del alma, la ciudad de las puertas abiertas donde nativos y foráneos disfrutan de una dulce calma, acompañada de comercio, instituciones, agencias del Estado, industria, y muchas otras cosas que permiten que la vida en Manizales esté rodeada de lo suficiente sin llegar al desastre de lo que es una metrópolis. Manizales tiene calidad de vida, así lo presentó en el mes de diciembre de 2015 la Red de Ciudades Cómo Vamos, “Manizales es la ciudad con mejor calidad de vida del país”. 
Manizales se reconoce en diferentes escenarios como ciudad adecuada para que estudiantes de otras regiones adelanten sus estudios universitarios, esto ha permitido que la oferta académica en la ciudad crezca a buen paso en oferta y de la misma manera en calidad. Nuestras universidades han procurado avanzar en programas de pregrado y posgrado y también han hecho énfasis especial en las certificaciones y acreditaciones que reflejan el desarrollo de lo que se ha construido. Manizales sí es un lugar para seguir apostando a lo que se ha denominado “Ciudad Universitaria”, y proyectos como Manizales Campus Universitario liderado por la Fundación Luker con la compañía de instituciones educativas, Cámara de Comercio de Manizales, Fenalco Caldas y Chec, con seguridad aportarán significativamente al crecimiento de Manizales y por supuesto de Caldas, porque tenemos el potencial y los elementos para hacerlo posible y sobre todo existe la determinación de los actores. 
La Fundación Luker calcula que Manizales recibe en su economía $12.500 millones al año producto de los estudiantes foráneos que vienen a realizar sus carreras universitarias. Esto sin duda es una gran noticia, y es un aporte significativo y valioso para nuestra economía, y que sin duda alguna con proyectos como este y las apuestas de crecimiento por parte de las universidades, esta inyección de recursos será cada vez mayor, pero me permito plantear la siguiente hipótesis. 
Por un lado Manizales recibe una significativa cantidad de estudiantes universitarios semestre tras semestre, pero de la misma manera muchos manizaleños también salen de la ciudad para adelantar sus estudios, y es normal, es más, es una gran inversión para la ciudad que sus naturales amplíen las fronteras de conocimiento y visión, y lo menciono como una inversión de ciudad porque los recursos que facilitan la educación y manutención de cada estudiante que sale se produce en su inmensa mayoría desde Manizales gracias al trabajo y esfuerzo de sus familias. Sin conocimiento ni datos precisos, pero con seguridad y haciendo cálculos sobre la experiencia, es importante resaltar que esta inversión que nace desde la ciudad supera los $12.500 millones que ingresan producto de los estudiantes foráneos. 
Y el asunto fundamental es que en buena parte de nuestra inversión no regresa, muchos de los manizaleños que se forman en otra ciudad al terminar sus estudios permanecen por fuera, y es normal que una persona busque diferentes horizontes y proyecciones personales, pero sin duda alguna el hecho le genera a la ciudad un vacío enorme, no solo económico, sino sobre todo en conocimiento. Sobre este tema hay algo que me preocupa aún mas, y es que en su gran mayoría las personas que no regresan a la ciudad, no lo hacen porque no sientan afecto por Manizales, por el contrario, son quienes más la extrañan, pero no perciben a la ciudad como una gran opción laboral o de crecimiento personal, muchos de ellos mencionan a Manizales como el lugar para que en unos años se establezca su familia, pero no para el desarrollo inicial de sus carreras. A todos los manizaleños los necesitamos ahora. 
No se puede pretender que quien tenga este deseo de formar su carrera profesional y buscar opciones de crecimiento en otros lugares se establezcan desde ahora en Manizales, pero quiero hacer un llamado de empoderamiento de la región, porque en Manizales y en todo Caldas tenemos mucho que ofrecer y es importante que lo conozcan, con buena información y exposición de los proyectos y potenciales que tenemos, se podría lograr que muchos regresen a vivir a esta región encontrando condiciones y opciones laborales o de inversión, y también que quienes lo tienen planeado para luego, o que incluso no tengan planeado regresar, puedan retribuir parte de su conocimiento desde afuera, que aporten en ideas, en visión de desarrollo sobre lo que se podría lograr con las características que adornan a Manizales y a Caldas, nunca perdamos esa esencia que nos liga a nuestra tierra y preocupémonos por ver a nuestra ciudad del alma y a nuestro departamento mejor cada día.