Esta semana se publicó una entrevista con Luis Alberto Moreno, donde el presidente del BID resume las conclusiones del último libro del banco sobre política industrial titulado "¿Cómo repensar el desarrollo productivo? Políticas e instituciones sólidas para la transformación económica". El libro y la columna de Moreno llegan en buena hora cuando muchos países latinoamericanos están pensando en una nueva política industrial, la llamada política industrial moderna, o política de desarrollo productivo.

Moreno en su columna propone un test de tres partes para decidir si una propuesta de intervención gubernamental es elegible como política industrial moderna: 1) ¿La política responde a una clara falla de mercado? 2) ¿El instrumento propuesto resuelve la falla de mercado? 3) ¿Existen las instituciones adecuadas para implementar la política? Las tres preguntas que propone el BID le apuntan a evitar que los nuevos impulsos de políticas activas del gobierno para el cambio estructural y la transformación productiva caigan en los errores de la vieja política industrial basada en proteccionismo, subsidios directos, y vulnerable a captura de rentas. En últimas, lo que las tres preguntas sugieren es un test de 3 partes para evaluar si las fallas de gobierno son peores que las fallas de mercado.

En columnas anteriores he descrito lo que es una política de desarrollo productivo. La característica fundamental de estas políticas es que resuelven fallas de mercado con dos tipos de instrumentos: provisión de bienes públicos sectoriales e incentivos horizontales en mercados para incentivar emprendimiento e innovación. Ambas actividades, y en particular la provisión de bienes públicos sectoriales, son intensivas en coordinación interinstitucional.

¿Hay política de desarrollo productivo en Colombia? Hay bastantes elementos de una política. Revisemos algunos ejemplos del tipo de programas y actividades que constituyen una política de desarrollo productivo. Primero, la consolidación del Sistema Nacional de Competitividad e Innovación con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, junto con sus instancias regionales y su esquema de proyectos PINES, es el mejor ejemplo de una institucionalidad que busca promover la coordinación entre entidades del gobierno a nivel nacional, entre la nación y las regiones y entre el gobierno, las empresas y la academia. Política de desarrollo productivo en acción.

Un segundo ejemplo, son los MinCITios del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Estos centros de servicios empresariales llevan toda la oferta de servicios del sector a las regiones de manera articulada. Cada entidad del sector -Propaís, Innpulsa, el PTP, Innpulsa/Mipymes, las Superintendencias, Procolombia, Bancoldex- ofrecen instrumentos para resolver fallas de mercado en diferentes etapas del ciclo de vida de las empresas. En particular, el PTP es un ejemplo de una entidad que encarna las ideas fundamentales de una política de desarrollo productivo en acción.

Las agendas conjuntas de trabajo que viene adelantando el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo con el Ministerio de Agricultura para aumentar las exportaciones agrícolas, es otro ejemplo de política de desarrollo productivo en acción.

En general, la política de desarrollo productivo es intensiva en coordinación y versa sobre al menos 4 temas: ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo productivo; capital humano para el desarrollo productivo; regulación y normatividad para el desarrollo productivo; e infraestructura para el desarrollo productivo. Junto con la agenda de competitividad, que trata los grandes temas horizontales, fortalecer la política de desarrollo productiva moderna de manera que responda siempre a las 3 preguntas que propone el BID, es una manera de apostarle al desarrollo de todos los sectores de la economía colombiana, agro, manufacturas, servicios y turismo, para dar ese salto superando la famosa trampa de ingresos medios.