En la madre naturaleza ninguna nota desafina. Es la quebrada ruidosa que lame los ribazos de piedra; son los tupidos matorrales en donde se entreveran las especies menores de la vegetación; son los mirlos, torcazas y turpiales que ponen pentagramas en los conciertos matinales; son los cuadrúpedos de ubres crecidas y los potros ansiosos que brincan talanqueras para folgar con la potranca en celos: es la vida campesina que discurre lentamente entre camándulas nocturnas e invocaciones piadosas en los maitines; es la borrachera de los horizontes. Asombran los arabescos de las nubes viajeras. También se abren los espacios íntimos para las introversiones.

Ese fue el campo vital de Willian Ruiz Ospina. No el encerramiento geográfico, sino el lindero lejano con el esplendor de las montañas, detenida la mirada en el cerro de Santa Elena en donde nace un contento manantial de burbujas nacaradas; no las maceraciones del caminante, sino los briosos alazanes que volaban para achicar distancias; no los riachuelos de pocas aguas, sino los charcos profundos para los nados impetuosos; no la monotonía dormilona, sino el diario milagro del existir virgiliano con el misticismo que hace cohabitar las disciplinas de la fe con el asedio de las malas intenciones.

Ruiz es consciente de los talentos que le prodigó la voluntad de Dios. Pudiendo ser baquiano en artes menores, eligió el sendero de las zarzas, buscó el camino de la superación que está bordeado de espinas y pocas rosas. Se hizo evadiendo el cerco hostil de la pobreza, escogiendo las disciplinas intelectuales, buscando identificación en el mundo de las competencias. Estudió abogacía y ante un enorme espejo, en escondido aprendizaje, pulió los gestos para los balcones, aceró la mirada, convirtió sus brazos en hercúlea potencia para los señalamientos y finalmente pulió su incansable voz de barítono para los encantamientos sonoros. Es un orador nato.
Caldas tiene una actuante clase dirigente de valores múltiples. Si una generación, según Julián Marías, se enmarca en un área de tiempo que oscila entre los 20 y 30 años, lucimos, en vigencia, destacados guiones humanos, transformados en líderes de avanzada, con incontable cauda popular. Ómar Yepes, Óscar Iván Zuluaga, Adriana Gutiérrez, Luis Emilio Sierra, Tony Jozame, Mauricio Lizcano con la Presidencia de Colombia como meta ¡y puede ser!, Guido Echeverri, Nicolás Restrepo, Jorge Hernán Yepes, Juana Carolina Londoño, Amparo Sánchez, Octavio Cardona León, Hernán Penagos, Mario Castaño, Adriana Franco, Marleny Osorio, Julio Aldana, Mónica Giraldo, Luz Adriana Moreno, Jorge Hernán Meza, Jaime Ramírez Rojas, Arturo Yepes, Jairo Antonio Mejía, Juan Carlos Pérez, David Gutiérrez, Edgar Corrales, Jesús Arcila, Mauricio Londoño, Henry Ramírez, Miguel Trujillo, Amparo Vásquez, Rubén Darío Valencia, Fernando Calderón, Ramiro Henao, Uriel Ortiz, Pilar Joves, Jorge Iván Duque, Jorge Luis Ramírez, Fernando Helí Mejía, Wagner Zuluaga, Jorge Eduardo Rojas, Gonzalo Valencia, Zulema Gallego, Néstor Jairo Tabares, Ovidio Salazar, Germán Elías Gómez, Jorge Hernán Aguirre, Germán Noreña, Jhon Jairo Gómez, Silvio Ríos, Constanza Duque, Ignacio Gómez, Edwin Arias, Germán Díaz, Elizabeth López, José Fernando Mancera, Carlos Uriel Naranjo, Hugo Hernán González, Augusto Arango. Sobre estos personajes gravita el contrapunteo político de este departamento. 

Comienza, con fulgor excepcional, su vida pública, otra generación. William Ruiz Ospina, actual alcalde de Aranzazu, la tierra de mis amores, Ómar Reina, Camilo Alzate, Norbey Ospina, Nicolás Aguilar, Andrés Duque, Manuel Fermín Giraldo, Tomás Mora, Diego Alejandro Tabares, Awar Mustafá, Óscar Yoni Zapata, Sandro Giraldo, Wilder Escobar, Mauricio Restrepo, Cristian Pareja, Juan Carlos Franco, Cristina Otálvaro, Marcelo Mejía, Óscar Alonso Vargas, Darío Salazar, Marino Murillo, Javier Adrián Salazar, Carlos Andrés Higuera, Felipe y Sergio Henao, Juan Carlos Pérez, Gabriel Zuluaga, Andrés Mauricio Moncada, Jhon Alexánder Alzate, Juan Alejandro Holguín, Jairo López, Juan Felipe Álvarez, Hugo Moncada, Hernán Alberto Bedoya, Sergio Ramírez, Marco Fidel Narváez, Yesenia Morales, Juan Sebastián Gómez, Jhon Robert Osorio.

Es grato saber que esta Ínsula Barataria tiene renuevos humanos maravillosos, unos ya en destacada comandancia, y otros, como Ruiz, que han iniciado con ímpetu sus ejecutorias como orientadores de opinión.