Tal vez la firma del acuerdo en La Habana no sea sinónimo de paz para Colombia, no solamente porque la negociación pueda tener vacíos en temas clave para el futuro político, pero también, porque algunos de nosotros estemos pensando que este es un problema del gobierno y la guerrilla, lo que nos lleva a asumir un papel pasivo crítico desde el cual no ayudamos para nada a que las cosas mejoren. Sin contar el ingrediente de extrema polarización al que hemos llegado, no solo entre el gobierno y la oposición, sino entre quienes son seguidores de uno y otro lado.
Ante esta situación, bastante compleja por cierto, se plantea la necesidad de empezar a prepararnos para el posconflicto y yo me pregunto ¿Será que hemos debido empezar a prepararnos desde hace mucho rato? ¿Será que lo dejamos para muy tarde? 
Como consultora en temas de estrategia y cambio he aprendido que lo más importante para avanzar exitosamente en un proceso de transformación es la preparación de las personas, desde el inicio, para que sean parte activa de lo que se quiere lograr. En Gestión de Cambio se habla de cambios menores y mayores; el primero se refiere a temas técnicos y operativos en los cuales se involucra, de manera específica, un área o un grupo de personas, para lograr resultados concretos en un tiempo determinado y digamos que, la tarea es relativamente simple y se puede avanzar sin demasiados contratiempos, por una ruta preestablecida. Mientras que los cambios mayores son aquellos en los que se involucran temas técnicos y humanos, donde tanto el proceso como el resultado tocan a muchos actores y el impacto llega a la cultura y a todo el sistema; en este caso se requiere tener un buen plan de intervención y también preparar a todos los actores involucrados para acelerar el aprendizaje y alcanzar la visión deseada en el menor tiempo, minimizando riesgos y costos. 
Lo que está viviendo Colombia es, sin duda, un cambio mayor, una transición fundamental que depende tanto de lo que hagan las cabezas de ambos lados, gobierno y guerrilla, como de la forma en que participemos como sociedad civil. Desafortunadamente es una tarea que, en mi opinión, se va a comenzar muy tarde, cuando los desaciertos han generado muchas inquietudes, la desinformación ha alimentado la desconfianza y la polarización nos tiene al borde de una guerra civil, entre los que quieren marchar a favor o en contra.
En estas condiciones pensaría que la preparación no solo es para recibir a los desmovilizados, que de todas maneras van a llegar al territorio urbano, sino dejar de pelear entre nosotros, por lo que pasó, lo que está pasando o lo que creemos que podría pasar, para identificar un punto de encuentro en el futuro alrededor del país en el que queremos vivir, cuál es esa imagen de paz y de convivencia pacífica, cómo sería un país pero también una región y una ciudad donde nos reconocemos, respetamos y valoramos desde nuestras diferencias, donde colaborar no sea un tema de 'tengo que' sino de quiero y me gusta, donde la participación y la construcción colectiva sean la forma natural de hacer las cosas, donde la inteligencia colectiva se ponga al servicio del desarrollo. 
Este planteamiento está en concordancia con el primer reporte ONU-Hábitat sobre la Iniciativa de Ciudades Prósperas CPI, para 23 ciudades de Colombia, publicado en noviembre pasado, el cual dice que en un país fuertemente urbanizado como Colombia -más de dos terceras partes de los colombianos vivimos en áreas urbanas- la colaboración entre los ciudadanos, la sociedad civil y las administraciones, es un elemento indispensable para identificar soluciones y lograr resultados sostenibles a la altura de los desafíos del territorio; y es que, uno de los principales retos que estamos enfrentando es, con acuerdo o sin acuerdo, cómo construir una sociedad en paz, lo que parece se ha convertido en una papa caliente que no queremos asumir como propia. Los invito a que reflexionemos ¿Cómo quiero que me recuerden las generaciones futuras? ¿Cómo estoy contribuyendo a la paz o al conflicto? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para aportar a esta transformación?