Existieron los Virreyes enviados por el soberano español. Sin embargo, no son pocos quienes han deseado alguna vez ser los emperadores o reyes del país. Sobran los nombres de quienes de alguna manera lo han expresado o lo han insinuado con sus palabras, gestos y modo de actuar. Son más quienes lo han pensado y jamás lo han revelado ante los demás. Y, otros han considerado lealmente, según sus convicciones, a varios de sus paisanos como verdaderos monarcas.

El gran número se halla entre aquellos que expresan y obran servilmente frente a sus congéneres con alguna clase poder por muy limitado que fuere, para lo cual no hay sino que oírlos, leerlos y verlos cuando emiten sus opiniones y ejecutan sus actos. Las comunidades abiertas o cerradas los identifican.

No es el trato respetuoso y digno el que prevalece. No, es la sumisión y el endiosamiento a determinadas figuras que se encuentran ligadas a todos los menesteres de la República.

Hay otros que desean ubicarse en la escala nobiliaria: Duques y duquesas hasta llegar a barones y baronesas. ¡Que tal: Duque de Arma, Marquesa de Zipaquirá, Conde del Guamal y así sucesivamente!

Pero Colombia decidió que su camino era la República, para fortuna, y así procede a pesar de las dificultades que se han vivido durante 195 años. La autonomía de los pueblos es norma excelente y por excelencia y en ello no puede haber equivocaciones ni malas interpretaciones.

Felipe de Borbón y Grecia, pronunció el día de su proclamación ante las Cortes Generales, como Felipe VI, rey de España, una alocución de la cual es importante seleccionar algunas frases que deben ser consideradas en Colombia, implícitas por Constitución y por normas, pero que se hace necesario pensarlas para ubicarlas en la realidad colombiana.

Dijo el Rey:

"Una gran nación.., en la que creo, a la que quiero y a la que admiro.." Solo hay que investigar cuántos colombianos con firmeza y lealtad sin declinar, pueden sentir o decir lo mismo, incluyendo gobernantes, legisladores, militares y eclesiásticos.

"Una nación forjada a lo largo de siglos de Historia por el trabajo compartido de millones de personas" Y, saber que aparecen unos colombianos que creen que todo comienza y termina con ellos. La historia del país y de las instituciones no puede ser abolida por un discurso ni por una imagen ni por un párrafo y menos por un capricho a propósito o de ignorancia.

"Y en esos mismos valores de libertad, de responsabilidad, de solidaridad y de tolerancia….educamos a nuestras hijas" ¿Será mucho pedir que esos principios irrenunciables tutelen la educación en Colombia? Lo demás es llanamente palabrería. La ciencia, el arte y la técnica sin personas son de vándalos.

"Un Rey.. que ha de respetar el principio de la separación de poderes.." ¡Qué falta hace la convicción del ejercicio inconmutable de esta conducta!

"Una Monarquía renovada para un tiempo nuevo" Es deseable que a partir del 7 de agosto haya una Presidencia renovada para un tiempo nuevo. El tiempo dirá su veredicto en pocos meses.

"Solidaridad a todos aquellos ciudadanos a los que el rigor de la crisis económica ha golpeado duramente hasta verse heridos en su dignidad como personas" Ojalá el gobierno nuevo tenga esta premisa traducida a hechos reales en todos los sectores. El empleo no es cosa de cifras es de derecho incontrovertible.

"Unidad que no es uniformidad" Refiriéndose a España, y en Colombia se debe entender y practicar al máximo esta premisa.

"En esa España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades.." En Colombia también caben todos, sin excepción.

"..deben estar presentes, con un inmenso respeto también, todos aquellos que, víctimas de la violencia terrorista, perdieron su vida o sufrieron por perder nuestra libertad." En Colombia el terrorismo de cualquier bando debe ser evidenciado, proscrito y reparado.

Zarautz, junio 23 del 2014