El futuro ser humano
Se investiga y se divulgan los hallazgos de la evolución del ser humano. Es una temática atrayente que indica, independientemente de las concepciones religiosas, el origen de quienes hoy tienen las características de las personas con las que convivimos o de quienes se encuentran en otros lugares, cercanos o lejanos. 
Hoy es posible diferenciar externamente, por sus actitudes y por sus capacidades, a quienes se les ha denominado Homo sapiens sapiens de otros especímenes existentes en la naturaleza. Pocas veces se piensa en el ser humano del futuro y cuando se hace, generalmente es bajo extrapolaciones a partir de la realidad.
John Hawks, paleoantropólogo y profesor de la Universidad de Wisconsin, publicó en The Scientist, el 1 de agosto, un artículo sobre la evolución humana con énfasis en la fundamentación evidente que nunca se ha detenido y de lo cual se debe concluir, a partir de las inferencias, que nunca se detendrá.
El documento vuelve a mencionar que genéticamente el 90%, hay que agregar como mínimo, de cada ser humano moderno viene de la región del subsahariana del África, desde hace por lo menos 100 mil años, sin olvidar que hace 7 millones de años, los homínidos comenzaron la transformación.
Los cambios de hace 100 milenios comenzaron con la bipedestación, el uso de herramientas, las distintas culturas y las lenguas. 
Es evidente que hay modificaciones genéticas en la sangre, como la anemia de células falciformes, hemoglobina y glóbulos rojos diferentes, frecuente en Guamal zona rural de Supía.  
Hay otros cambios que son adaptados como las culturas y los idiomas que dependen de las actividades aprendidas y en lo cual la genética no tiene injerencia.
Las exposiciones a amenazas seleccionadas han servido para obtener otras modificaciones en la vida de los seres humanos: la domesticación de animales y cultivos, el manejo domiciliario del agua, el control de vectores y así puede mencionarse otros cambios, el color de la piel, que se identifican en las personas que han vivido en diferentes centurias. 
El libro de Camilo J. Cela Conde y Francisco J. Ayala (2013) Evolución Humana, contiene un importante capítulo sobre los humanos modernos. Los autores expresan que el camino ha sido largo, pero que las modificaciones cerebrales traerán otras diferentes adaptaciones, pero también hay que agregar que la tecnología descubierta y empleada por el ser humano será la responsable de infinidad de cambios adaptativos que puede ser incorporada al 10% de los genes no heredados del África.
La comisión 
El excelente acto de la Comisión interpretado por Les Luthiers. Debe servir de referencia para otra comisión, que se comporte en forma diferente y que ha anunciado el Ministro de Salud para reformar la educación médica, con el concurso del Ministerio de Educación, otros funcionarios gubernamentales, directivos universitarios, académicos, gremiales e institucionales de atención en salud. 
Afortunadamente, llega cuando existe una prolongada crisis en la educación médica, aunque tardíamente, porque desde hace décadas se ha pedido el análisis serio e integral y no de ocasión, de lo que sucede al interior de las Escuelas de Medicina, en donde los estudios que conducen al título, expresado así, de médico general, el más importante en el sistema asistencial en Colombia, como a los diferentes postgrados. Los especialistas deben guardar la universalidad de su compromiso como médicos. 
Los futuros profesionales, tanto generales como especialistas o supraespecialistas y otros más avanzados, deben tener una formación mínima con los respectivos valores agregados que determinan las diversas Escuelas. Las prácticas son un tema esencial y es hora de revisar el excesivo número de años para estudiar medicina y a los obsoletos, por su denominación y ejercicio, del año de internado, hay que darles el sitio adecuado, y el aún peor Servicio Social Obligatorio, que actualmente no es social ni obligatorio.
El Ministerio de Salud debe analizar las condiciones en las cuales están ejerciendo los médicos que popularmente se llaman rurales. Las sociedades están inermes ante lo que está sucediendo en infinidad de hospitales colombianos.