Jorge Raad


La vigente Constitución Política de Colombia establece en el artículo 67 un mandato que debe ser promovido y practicado, sin atenuantes. Indica que la educación es un derecho de la persona y que ella será gratuita en las instituciones estatales, y añade explícitamente que se podrán cobrar los derechos académicos, un contrasentido, a quienes puedan pagarlos.
La norma constitucional señala el no pago por la educación en las entidades del Estado en todos los niveles, de tal manera que los estudiantes estarían libres de pago entre la no formal y la educación superior, es así como las instituciones del Estado no pueden cobrar derechos de matrícula.
Estas premisas sencillas no tienen por ahora una vía expedita para que los ciudadanos puedan estudiar sin la limitante económica, aún con las promesas preelectorales para cargos de importancia, incluyendo rectores y presidente.
No es lo mismo una beca que una política de educación gratuita en las universidades del Estado. Quien pretenda igualar los conceptos está equivocado y ello tiene varias connotaciones.
Es importante que existan las becas, y si son del Estado mejor, aunque ellas no deben ser para el sector estatal. Bienvenidas las becas para que quienes opten por ellas o simplemente las reciban, las puedan y quieran utilizar en entidades de educación pública, si no ha adoptado la gratuidad, o privada, en donde las acepten, según las normas para recibir a los becados.
La beca, como es conocido plenamente, puede ser reembolsable o sea que se reintegra, bajo requisitos, al final o puede no tener, y es lo deseable, devolución por parte de quien se la gane si cumple un mínimo de exigencias, que también es lógico. Las becas pueden ser totales o parciales, para cubrir exclusivamente las inversiones de matrícula o a veces alcanzan para otros gastos personales relacionados con los estudios.
Una beca puede ser para todo el ciclo, que igualmente es lo adecuado, o adjudicada paulatinamente, que tiene diferentes facetas, según se vayan cumpliendo los requerimientos impuestos y aceptados por quien recibe la beca.
Un peligro latente con una beca estatal en un país inmerso tristemente en la politiquería, de la cual no se ha salvado la educación, y tampoco la salud, es que ella puede servir de vehículo para dar y obtener favores periódicos. No debiera ser así y las becas deben estar exentas de manipulaciones.
De otro lado, la educación estatal gratuita tiene conceptos filosóficos y sociológicos frente a la población y debe ser una práctica obligatoria en países como Colombia.
La educación gratuita la adoptan las instituciones que entiendan de su compromiso ineludible con la sociedad a la cual se deben, no puede ser parcial y tiene que ser permanente.
Sin embargo, el primer responsable de la educación gratuita es el Estado y los gobiernos deben disponer lo necesario para que las entidades educativas, incluyendo las de educación superior, no simplemente las universidades, reciban los presupuestos suficientes y oportunos.
Es menester, por lo tanto, cambiar la fuente financiera de los recursos propios provenientes de matrículas por los aportes del Estado: Nación, Departamento, Distrito o Municipio, según sea la naturaleza jurídica de la institución.
La educación gratuita es universal para todos quienes han logrado unos exigentes mínimos para matricularse en las entidades educativas, también incluyendo las universidades, es total y la tendrá siempre que sea estudiante, excepto postgrado, por ahora, y cumpla con los compromisos aceptados que lo clasifican como estudiante.
La gratuidad no está sometida a vaivenes de los gobiernos y menos a las decisiones de directivos institucionales que pueden comprometer la filosofía del sistema.
La educación gratuita tiene que ser de inmejorable calidad. Ella no puede estar comprometida si el Estado es responsable, como debe ser, con todas sus obligaciones y la gestión institucional es adecuada y por lo tanto equilibrada en donde los servicios personales, que incluye docentes, están apropiadamente manejados y no son una tronera abierta sin contención. La educación estatal no es para lograr rendimientos financieros.
Nota: El Hospital Universitario significa calidad.
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