Durante los actos conmemorativos de los 60 años de labores de la Sociedad Caldense de Ingenieros y Arquitectos se exaltó a los fundadores supérstites de la sociedad y se recordaron los nombres de quienes ya recorren los espacios de la eternidad. Además, la SCIA editó una revista de excelente calidad, con un contenido de intención histórica, para reseñar, por ejemplo, la creación de la sede Manizales de la Universidad Nacional de Colombia, inicialmente con Ingeniería Civil, que actualmente tiene un amplio portafolio académico; la sede original, ubicada a la entrada para la Universidad de Caldas; la facultad de Arquitectura en el sector de El Cable; y el Campus de La Nubia, que es un alarde de amplitud de espacios, gusto arquitectónico, eficiencia científica y concepto humanístico del entorno ecológico. La publicación también destaca la participación de ingenieros y arquitectos caldenses en el desarrollo de la región y la forma como su creatividad se ha enfrentado a las eventualidades calamitosas provocadas por la Naturaleza y a las dificultades de la topografía. Muestra también la revista, con hermosas imágenes, el desarrollo urbanístico de Manizales, gracias al eficiente manejo del sistema de valorización, para ejecutar obras que parecen deslizarse sobre la sinuosa topografía, para darle a la ciudad una encantadora y original fisonomía.
La presencia en los actos conmemorativos del señor ministro de Transporte y exalcalde de Manizales, ingeniero Jorge Enrique Rojas Giraldo, fue propicia para plantear un asunto que merece revisión y tiene que ver con el sistema de contratación, porque los apretones que tuvo que implantar otro ministro caldense, Germán Cardona Gutiérrez, frente a la monstruosa corrupción del sistema, en casos como el Túnel de La Línea y la calle 26 de Bogotá, para mencionar solo dos, ha llevado a que paguen justos por pecadores, porque las condiciones vigentes solo pueden cumplirlas unos pocos consorcios poderosos por su “músculo financiero” y los demás, profesionales independientes o firmas pequeñas, tienen que resignarse a ser subcontratistas o asalariados suyos. El ministro Rojas, en su intervención, anunció una reforma a la Ley 80, con un proyecto que se está elaborando para presentarlo a consideración del Congreso, en el que se destaca una uniformidad nacional en el sistema de contratación, que parte del principio de que los dineros públicos son patrimonio de la comunidad y no de alcaldes, gobernadores y gerentes de entidades industriales y comerciales del Estado, prevalecidos los dos primeros del origen popular de su elección, y los otros, los gerentes, sus súbditos y aliados en la rapiña a los recursos. La idea es favorecer a los profesionales de la construcción y, al mismo tiempo, proteger las arcas públicas.