Leonardo Pineda


Zapping
@leonardopineda
La televisión infantil era muy importante hace algunas décadas en la programación de los canales nacionales y extranjeros, había una franja dedicada a los concursos y las historietas que lograban captar la audiencia de los más pequeños que sin embargo no requerían la supervisión de padres o adultos responsables. Sin embargo llegaron los canales especializados y la oferta para los niños se hizo mucho más extensa, teniendo en cuenta que son 24 horas de programación exclusiva para el público infantil.
No es de extrañar que la mayoría de niños, dependiendo de cada generación, se hayan hecho adolescentes de la mano de determinados personajes que hacían de compañeros en ese viaje maravillosos de crecer y de aprender. De tal manera que aquellos que hoy tienen 20 años sumaron a cada tarde la exploración y la diversión junto a Dora La Exploradora, con toda la infraestructura que se manejaba desde la época con juegos de video, camisetas, útiles escolares y todo lo demás. Programa que de cierta manera fomentaba la curiosidad en los niños.
Luego estaban las historias de Aventuras en pañales y su malvadísima, Angélica. Billy y Mandi le daban el toque misterioso junto al reencauche animado de Scobby Dooo y las ganas de conquistar el mundo del Doctor Cerebro. Lilo y Stich, Transformes y Danny Phantom se sumaban a los miles y miles de personajes que enloquecían las tardes de los niños junto con las superpoderosas Vainilla, Bellota y Bombom.
Así por encima una cantidad incontable de personajes, series y situaciones que de cierta manera se anclaban en la mente durante un corto tiempo hasta que llegaba otra nueva caricatura. No tuvieron los niños de las últimas dos décadas la oportunidad de enamorarse toda la infancia de un solo icono infantil como si nos pasó a los amantes de La rana René y su eterna novia Miss Piggy, no conocieron la amistad tan cercana (¡!) de Beto y Enrique o el imbatible experto Conde Contar o las travesuras de Lucas y Archibaldo. Todos de un ícono en la formación y la diversión de los niños: Plaza Sésamo. Emitida desde 1972 y con producción hasta el 2013, producida por Televisa para América Latina, se convirtió en el programa número uno como referente educacional para la población preescolar, dando pie a muchos otros proyectos similares pero conservando siempre la originalidad de sus personajes retomados del concepto americano.
Muchos aprendimos las letras, los colores, los conceptos espaciales o los números, era sin duda el programa de los niños pero el mercado ha cambiado.
Ahora ya hay programas diseñados por expertos como el de una cerdita bidimensional que se roba la atención de todos y de la que nunca logro comprender porque tiene las patas flacas, pero todos los niños enloquecen por Pepa. Lo he visto, obvio, entiendo su concepto de educación en valores pero le falta la magia de otrora. El concepto más interesante en cuanto a televisión de entretenimiento infantil a través de concursos juegos y dinámicas lo he encontrado específicamente en el programa de Telecafé llamado Diverti2, el cual se presenta diariamente por el canal y que se realiza con niños de la región, considero que es una apuesta muy interesante al manejo de este tiempo de espectadores en niños porque recuerda la emoción y la locura de los juegos alejados del concepto electrónico y más cerca de la actividad física. Ojalá pueda recuperarse en algún momento esa televisión educativa para niños, es urgente retomar otro tipo de dimensionalidad para los más pequeños y enseñarles mientras logran divertirse.
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