Leonardo Pineda


Cine de Hoy
Twitter @leonardopineda
"Nuestro lema es 'más humanos que los humanos'."
Hoy en día la palabra no es tan desconocida: Androide, suena como a nuestro sistema de comunicación más usado en las redes celulares (Android) pero en verdad la palabra tiene un origen un poquito más viejo que nuestro teléfono de pantalla táctil, se refiere a un término que aparecería por primera vez en el año 1270 y que se popularizó a finales del siglo XIX. Y de androides ya nos hablaba más concretamente el señor Isaac Asimov quien escribió sus relatos cortos compilados en el libro llamado “Yo, Robot” en el año 1950(¡!), desde eso la inteligencia artificial ha llamado la atención de los visionarios tecnológicos, que ven en ella la clave para lograr el máximo provecho de la programación computarizada de elementos humanoides que realizan actividades como sus creadores, pero el tema es mucho más profundo porque no deja de asustar al pensar hasta donde se podría llegar. Lo anterior, el cine muchas veces ha retratado los robots como unos elementos que podrían evolucionar hasta el punto enfrentarse a la raza humana. No podemos decir que sea un riesgo inimaginable, porque ya muchos robots se han hecho un nombre en la historia del séptimo arte. Lo más sorprendente es que desde que el señor Fritz Lang en 1927 hizo la película de Metrópolis guión de su esposa Thea von Harbou, ya nos presentaba un robot que incitaba al cambio y a la revolución transformándose en la protagonista. Es sorprendente ver hoy en día esa película y analizar su conceptualización es digno de todo un estudio del comportamiento humano, pero si nos quedamos en el robot no deja de ser alucinante no solo su forma, sino su capacidad de imitar (según el guión, obviamente). Luego tuvimos robots espaciales que llegaban a destruir la humanidad por lo general y después llegó Hal 9000 en “2001, Odisea del espacio” del genial director Stanley Kubrick y estrenada en 1968, en ella se da una inusitada importancia a la llamada Inteligencia Artificial con la que había sido programada la computadora del Discovery 1, convirtiéndose en un referente imprescindible desde su aparición a la hora de presentar nuevos robots en la pantalla grande.
Pareciera que la misma evolución de la “mente” de los robots se acoplara a la historia futurista que se iba mostrando en las diferentes películas. Luego otra obra maestra de la ciencia ficción se hizo presente ya mostrando los androides antropomórficos mezclados con los seres humanos en la descrestante Blade Runner de Ridley Scott, estrenada en 1982 y basada en parte en la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968). Humanos artificiales construidos con ingeniería genética y dotados de inteligencia que les permitía elaborar conjunciones matemáticas para asemejar la presencia de sentimientos (buenos y malos), otro filme de culto necesario para entender la evolución de la cinematografía y con una profundidad inusitada en sus diálogos con profundas reflexiones sobre la vida, los sentimientos, la fe y la sociedad.
En la próxima entrega continuaré con este fascinante tema hasta llegar a los esperados títulos del género para estas vacaciones.
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