Fernando-Alonso Ramírez


"Cuando trabaja en conjunto, la gente común y corriente definitivamente puede lograr lo extraordinario"
Joddy Williams
Cada quién tiene sus propias causas. Hay quienes arman la suya alrededor de las obras sociales, otros creen encontrar en el voluntariado una forma de devolverle a la sociedad parte de lo que ha recibido. Sin embargo, hay quienes piensan que nada se logra sin una transformación profunda de políticas universales.
Siempre resulta curioso leer la historia de quienes se vuelven personas inspiradoras para la humanidad. Jody Williams lo hace, en primera persona, en La hippie que llegó a ser Nobel de la Paz. Una niña de clase media estadounidense, formada en una familia católica y con las preguntas normales de cualquier adolescente, llegó a mover a miles de personas en el mundo por una causa común: lograr que ya 162 países hayan suscrito la Convención para la Prohibición de las Minas Antipersonal.
Es tan ordinaria la vida de las personas extraordinarias cuando no se les piensa más allá de sus logros, que pueden hasta aburrir, pero de eso se trata precisamente esta historia, la de una mujer común y corriente, que creyó que se podía cambiar el mundo y lo logró.
Se cuida mucho de sonar pretenciosa y, por el contrario, se trata con humildad para explicar que lo suyo es el resultado de una sumatoria de esfuerzos, de lograr simplemente que decenas de organizaciones en el mundo se enfocaran en una misma línea y convencieran a sus gobiernos de la importancia de terminar con esta arma, que resulta peor que otras, pues se quedan después de que pasa la guerra, y se activan al paso del primero que las pise.
Desde 1999, 26 países han sido declarados libres de minas antipersonal, y aún hoy 32 las conservan. En ese deshonroso listado, como en tantos otros de baja reputación, se encuentra Colombia. El Estado hace rato se comprometió con no usar más esta arma y destruyó las que aún poseía, pero las guerrillas continuaron. Un acuerdo suscrito con las Farc ha permitido que se empiece a trabajar de manera conjunta en librar al país de estos artefactos.
Pero esta es la historia de cómo Williams, después de sus dudas iniciales en qué iba a ser de su vida en una pequeña población estadounidense, de haberse ido a Centroamérica en plena guerra y tiempos de dictadura a ayudar a los niños por una casualidad de la vida; de haber aceptado sin considerarlo lo suficiente el encargo de iniciar una campaña mundial para atacar las minas, de preocuparse poco por el qué dirán y cantarles las tablas a los expertos del eufemismo: los diplomáticos.
Un relato inspirador de una mujer que tiene cuerda para rato y ahora apoya diferentes causas como la Campaña Mundial para poner fin a la Violación y la Violencia de Género en situaciones de conflicto, la cual reúne a organizaciones de todo el mundo, incluida Colombia, en donde este tema sigue casi oculto. Al fin y al cabo, ella es parte de esas víctimas.
Un libro inspirador para cualquiera que quiera entender cómo la convicción, el trabajo en equipo y las ideas claras pueden llevar a transformaciones que mejoran la vida de la gente. "Las únicas limitaciones reales que enfrentamos son las que nosotros mismos nos imponemos", lo resume clarito la autora y protagonista de esta historia, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1997, compartido con la organización con la que trabaja: la International Campaign to Ban Landmines (ICBL).
50 millones de minas en inventarios de 88 países han sido destruidas, alrededor de cinco mil millones de dólares en campañas de desminado y asistencias para sobrevivientes de minas terrestres se han invertido y desde 1999.
Nos recuerda Jody Williams que "la paz no es un himno acerca de la reconciliación ni una paloma y un arcoíris", sino que es mucho más que eso, y que eso posible en la medida en que cada uno lo asuma, así un gigante de la diplomacia como Estados Unidos matonee a sus aliados para no firmar o siga, después de tantos años, sin suscribir el acuerdo por el simple hecho de no querer abrir el boquete para que haya cambios sobre política mundial de la guerra presionados por la sociedad civil.
WILLIAMS, Jody. La hippie que llegó a ser Nobel de la Paz. Semana Libros. Bogotá, 2015.
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