Divertimento. Así se cataloga la serie de la que hace parte el libro Las grandes noticias colombianas, de Enrique Santos Molano, quien escribe bastante divertido, pero cuyo trabajo es de tal rigor que no se le puede restar seriedad con ese guiño.

Aunque ortodoxos historiadores lamentarán este libro por su estilo, para mí, es precisamente esa su gran ventaja: está escrito en un género de noticias, el de mayor proximidad para cualquier persona, pues se trata de un relato fiel a la historia, y contado como si tal hecho acabara de ocurrir.

De hecho, se encuentran en él los resúmenes de las principales hechos ocurridos en nuestro país desde tiempos precolombinos. Moradores en el Valle del Abra inician el periodo abrense es la primera noticia que registra el libro y que data del año 13 mil a 11 mil antes de Cristo, mientras que la muerte del escritor chocoano Arnoldo Palacios, cuya obra más conocida es Las estrellas son negras -a propósito, libro en el que mejor he leído la descripción del hambre-, es la última noticia que aparece en el texto, datada el 12 de noviembre del 2015.

Tiene un valor agregado excepcional este documento y consiste en que varios episodios de la vida nacional resumidos aquí por el autor nos remiten a la mirada que de ellos tuvo algún novelista. Por ejemplo, la corrupción de la Real Audiencia instalada en 1545 en Santafé y que llega a su peor momento en 1557 la relata Juan Rodríguez Freyle en El Carnero; o el sitio de Cartagena protagonizado por piratas ingleses en 1748 lo recoge el escocés Tobías Smollett en Las aventuras de Roderick Random; o la muerte de Antonio Jose de Sucre, en la novela El mariscal que vivió de prisa, de Mauricio Vargas; y otra cantidad de recomendados sobre pasajes clave de la historia nacional. Mejor dicho, para sentarse a que Hablemos de libros.

La ventaja de la mirada del historiador Santos Molano es que al haber estudiado también episodios de la vida nacional y haber vivido otros, por pertenecer a una familia que ha estado presente en las decisiones del país, le permite contar las cosas con contexto, algo tan necesario en la información y sobre todo en la información histórica. Y a veces, tal vez con algo de sesgo, pero es su mirada y son sus noticias seleccionadas.

Se trata de una excelente oportunidad para repasar la historia de Colombia con gusto. Obvio, faltan muchos pasajes y solo es una selección del autor. Para mí, es una historia muy centralista, bien pudo tener más información importante de las regiones. Hechos como la secesión del Gran Caldas no figuran y sí que marcó la historia nacional, al quitar del camino a un departamento importante en su momento que se batía en los primeros lugares de todos los indicadores. Y como esas, muchas otras, pero hay que decir que si bien le van a faltar esas y otras noticias, de las que contiene el libro, no sobra ninguna. Es material de consulta permanente.