Esteban Jaramillo

LA PATRIA | Bogotá

Las acusaciones contra Flavio Torres y dos directivos del Once Caldas por, supuestamente, exigir dinero a los jugadores para ser contratados o alineados, no forman parte de un asunto intrascendente.

Flavio es hombre público y no es para el ambiente del fútbol un personaje de consideración menor, que deba pasar por alto el tema sin dar explicaciones, o sin recurrir a la autoridad legal para esclarecer el asunto, por prudente que se vea su silencio.

No se habla, hasta ahora, de un delito penal, pero sí de una conducta antitética, contra el juego limpio, a no ser que haya de por medio una presión ilegal.

Lo dicho por el jugador Domínguez parece ser la consecuencia de una guerra de maldad interior, con acusaciones cruzadas que, de no corregirse, corroborada la veracidad de las versiones, hace daño. No es el Once Caldas responsable directo en el asunto, pero sin duda lo mancha.

Para Flavio, su condición de técnico del Once, no corre peligro. Por infundios o escándalos, nunca comprobados, no se licencia a un entrenador. A este, siempre lo liquidan los resultados y las debilidades o excesos de manejo al interior del grupo. Pero su moral en este y otros menesteres debe ser a prueba de fuego para lograr credibilidad entre futbolistas y aficionados.

La descomposición del fútbol, en materia de "mordidas", no es nueva. Decenas de casos se conocen en los que los futbolistas acusan a dirigentes, directores técnicos y empresarios, de exprimirles, para su beneficio personal, muchos de los dineros recaudados por sus contratos. Son varios los señalados que hoy no gozan del beneplácito general, por tales mañas.

Ni sumiso, ni complaciente, el periodismo debe estar activo, guardando respeto al debido procedimiento, sin aventurar conceptos mal argumentados, que hagan daño con injusticia. Pero dispuesto a corroborar o a desvirtuar lo que se dice. Algo que en la vida nacional, hoy se ve poco.

Nota al margen: Otra vez lesionados los tres extranjeros, a días de la pre libertadores.¿ No quieren jugar?.