Ovidio Castro Medina
EFE | LA PATRIA | Bogotá
Fósiles de un pterosaurio, un reptil vertebrado volador, fueron descubiertos en Santander por el paleontólogo Edwin Cadena, quien explicó que la criatura vivió hace unos 135 millones de años, medía unos cinco metros cuando extendía sus alas y se alimentaba principalmente de peces y cangrejos.
"Los pterosaurios fueron los primeros vertebrados en volar. Lo lograron varios millones de años antes que las aves o murciélagos actuales", explica Cadena a Efe al resaltar que "nunca antes se había descubierto este grupo de reptiles voladores fósiles en el país".
Cadena halló parte de una mandíbula y de extremidades durante un trabajo de campo realizado en 2017 en una zona rural del municipio de Zapatoca, en Santander.
"Zapatoca es un mar de fósiles. Es un yacimiento muy interesante para la paleontología colombiana porque allí no solo hay tortugas, también hay tiburones, cocodrilos marinos, ahora los pterosaurios y hay muy bien preservados cangrejos y erizos de mar", asegura el paleontólogo e investigador de la Universidad del Rosario, de Bogotá.
Para la época en que los pterosaurios surcaban los cielos, dice Cadena, Colombia estaba sumergida bajo el mar: "Zapatoca y todo Santander eran como el Caribe, una zona de transición entre mar y playa y por eso estos sitios fueron escogidos por tortugas y cocodrilos para poner huevos y alimentarse, y por los grandes depredadores, como los pterosaurios".
Medidas
Ilustración cedida por Edwin Cadena
El paleontólogo asegura que, según los estudios, los pterosaurios tenían una envergadura -distancia entre las dos puntas de las alas de un ave cuando están extendidas- de entre cuatro y cinco metros.
Pese a ese tamaño, el animal solo pesaba unos 250 kilogramos. Esto porque los huesos eran huecos, una característica que se conoce como neumaticidad ósea "que fue una adaptación de estos reptiles voladores para alivianar su peso y poder emprender el vuelo".
Los pterosaurios, según Cadena, eran animales que se alimentaban de peces y de cangrejos, entre otros, y tenían numerosos dientes pequeños.
"Lastimosamente el material que encontramos es fragmentario, no es un espécimen completo, lo cual hace que no podamos definir una nueva especie, pero encontramos parte de una mandíbula y nos permite establecer que pertenecen a los ornitho queiroideos", de los que ya hay registros en Brasil, puntualiza el investigador.
La revista científica Cretaceous Research publicará un artículo en el que Cadena y los paleontólogos británicos David Unwin y David Martill, como coautores, explican el hallazgo.
La tortuga más grande
Cadena no solo encontró fósiles de un pterosaurio en territorio colombiano, sino que lideró un equipo que halló en el desierto de La Tatacoa, en el departamento del Huila (sur) los de la tortuga más grande que ha existido en la historia de la tierra.
El hallazgo lo hicieron en 2014 y correspondió a caparazones pertenecientes a la Stupendemys Geographicus. Su caparazón llegaba a medir casi tres metros de largo y pesaba 1.100 kilos.
El paleontólogo espera que luego de estos hallazgos y otros realizados por colegas colombianos y del exterior, su avance en el estudio de los fósiles que hay en los territorios, un mundo todavía por explorar a profundidad.
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